Andaluces en la vendimia francesa

Año tras año, los periódicos exhiben en sus titulares que pueblos enteros de Jaén y de Granada se vacían porque sus pobladores se van a trabajar unos meses a Francia, a la campaña de la vendimia. Y siempre que veo estas noticias, hago la misma y doble lectura:

1) ¿Cómo es posible que los españoles tengan/tengamos que emigrar para trabajar y que sin embargo España deba introducir no sé cuántos millones de inmigrantes porque sí? ¿El español tiene que buscar trabajo fuera pero en España hay trabajo para medio mundo? ¿Y en esto están de acuerdo sindicatos y patronal, y ambos cobran subvenciones estatales?

2) Hay quien dice que se decepciona porque para la fresa en Huelva no va nadie. Hombre, se vacían pueblos de Jaén y Granada para ir a Francia, ¿por qué no van a Huelva? Pues cruzan los Pirineos, entre otras cosas, por un sueldo decente y porque allí los empresarios están reutilizando los «chateaus» con cuartos decentes para los trabajadores, por lo que no se gastan diariamente en transporte ni en vivienda. Los franceses son prácticos y saben apreciar a quien trabaja bien, por eso, para la vendimia, saben que los españoles son mano de obra cualificada y se dejan de experimentos con gente de otras latitudes. En cambio, para la fresa en Huelva, así como para otras muchas campañas, los sueldos son bajísimos, el trabajador se tiene que gastar un dinero serio en transporte (y las conexiones de transporte público son pésimas, así que se depende del coche sí o sí) y al final sale más caro el collar que el perro. Así, muchos «avispados», ya ni siquiera firman contratos con Polonia, Bulgaria o Rumanía como hace años, sino que esperan que les lleguen, principalmente africanos, para pagarles una miseria y que éstos se las arreglen como puedan. 

Pues eso: Sigamos sin aplicar el sentido común, que más dura será la caída.

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