¡Qué risa! Resulta que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha tenido que darle un tirón de orejas al Consulado General de España en La Habana. ¿Y por qué? Pues porque el Consulado se puso en plan desconfiado y le negó el visado a una cubana que quería visitar a su pareja en Vilagarcía, según informa El Diario de Arusa. ¡Qué cosas!
El caso es que la pobre mujer, Elena*, envió todos los papeles que le pedían para demostrar que su matrimonio era de verdad, pero el Consulado no se lo creyó. ¡Qué mal pensados! Dijeron que era un « matrimonio de conveniencia », de esos que se hacen solo para irse a vivir a Europa. ¡Qué imaginación!
Pero el Tribunal, que no se chupa el dedo, dijo: « ¡Oiga, que aquí hay un matrimonio de verdad, y ustedes están sospechando sin pruebas! ». ¡Toma ya!
El Consulado, representado por el Abogado del Estado, se puso flamenco y dijo que ellos actuaron bien, que tenían « dudas » sobre la « realidad » del matrimonio. ¡Pero el Tribunal no se dejó engañar! Vio que la pareja se comunicaba mucho y que el de Vilagarcía hasta viajaba a Cuba para ver a su amada. ¡Qué romántico!
Así que el Tribunal, con toda su sabiduría, ¡le dio el visado a la cubana! Y para rematar, ¡condenó al Estado a pagar las costas! ¡Olé!
En resumen, que el Consulado se puso en plan celestina desconfiada, pero el Tribunal les dijo: « ¡No se pasen de listos, que aquí hay amor verdadero! ». ¡Y colorín colorado, el visado ha sido otorgado!