Pablo Iglesias Turrión, macho alfa del partido neomarxista Podemos, « tuitea » desde su mansión loas a Ernesto Guevara, más conocido artísticamente como el « Che », en el 52 aniversario de su caída. Y dice que el Che dijo « dispara, cobarde, sólo vas a matar a un hombre ». Como versión rosa, está muy bien; pero hay quien dice que el Che, cuando se vio acorralado, exclamó: « ¡No me maten, soy el Che y valgo más vivo que muerto! ». Lo cual cuadra más con su rastrera personalidad.
De todas formas, poco importa. Guevara fue un sujeto poco recomendable a « nivel personal » y con escasa formación a nivel político; y aun así, criminal y responsable directo de una dictadura que dura ya 60 años, y que extendió su reguero de sangre por América y África pertrechado por el imperialismo soviético, y ahora con su grupo de espionaje correteando por Europa.
Fue responsable de muchos fusilamientos; y no sólo de « fusilamientos políticos », que por supuesto; sino también de fusilamientos contra población civil que nada tenía que ver con Batista; Batista que, recordemos, cuando convino, fue apoyado por los comunistas, y que realmente estuvo pocos años en el poder; pero eso sí, en sus tiempos, Cuba competía con Argentina por la renta per cápita más alta del mundo hispánico. A día de hoy, tras sesenta años de castrocomunismo, es un lodazal de miseria, racionamiento, prostitución infantil y represión estatal-policial.
Dentro de este régimen brutal que parece no acabarse nunca, el Che Guevara, asimismo, organizó campos de concentración para homosexuales, al tiempo que su jefe Fidel decía que « la Revolución no necesita peluqueros », y emulando el código penal soviético, los consideraba delincuentes.
Y si nos vamos a su currículum personal, podríamos destacar cómo abandonó a su primera mujer y cómo utilizó a las mujeres a imagen y semejanza de Fidel; lo cual no parece cuadrar mucho con el supuesto feminismo de bandera morada y manipulación roja.
Todos estos progres bien acomodados, siempre presumiendo de sabios, superiores morales, solidarios y etc. en nombre de todos estos asesinos tienen menos vergüenza que una cabra con el rabo entre las patas. Superan todos los niveles de cinismo e hipocresía habidos y por haber. Pero las mentiras tienen las patas muy cortas y sus imposiciones (in)culturales ya no dan para más. Aunque algún que otro chalet tiene que caer todavía.
–Antonio Moreno Ruiz