Izquierda Unida cambia de táctica con respecto a la Ley 'integral' de nacionalidad

La noticia comenzó a circular por las redes sociales el pasado 9 de marzo cuando el portavoz de Izquierda Unida en el Exterior Eduardo Velázquez publicaba un twit en su cuenta informando a los grupos de descendientes de españoles (como el Centro de descendientes Españoles Unidos (CE.DEU) y a la prensa especializada) que había estado hablando con los diputados Sara Vila, Ricardo Sixto y Txema Guijarro, sobre la estrategia a seguir, dada la demora en la presentación de la Ley de Nacionalidad prometida por su formación política hace más de un año a los hijos de emigrantes.
 


De esas reuniones ha surgido la idea de presentar una proposición de ley en el Senado. Velázquez se muestra optimista con la iniciativa, que espera “ayude a avanzar” la causa de los hijos y nietos de emigrantes en España. No compartimos el optimismo de nuestro simpático y “feroz anticapitalista”, por una razón muy sencilla: el Senado tiene una mayoría del Partido Popular que se opone, frontalmente, a la aprobación de una Ley en ese sentido, por considerar que los avances en el tema de la nacionalidad han sido más que suficientes. Invitamos a consultar la intervención de Cristina Ayala el 4 de julio del año pasado. Estimamos que no vale la pena seguir desgastándose ni dispersando energías en la tramitación de una iniciativa que no tiene ningún futuro en el Senado. Lo mejor, es que acaben de presentarla en el Congreso y que dediquen todos los esfuerzos a pactar sinceramente con el resto de las fuerzas políticas para buscar su aprobación.
Es cierto que la labor de CE.DEU ha sido encomiable. Pero no hay que llamarse a engaño. Hasta que no haya una reforma de la Ley electoral en España, el peso de la emigración seguirá siendo mínimo, porque el coste político de los desplantes, desaires y mentiras nos les pasará factura durante las elecciones. Recordemos que esa reforma electoral se aprobó con el beneplácito del Partido Socialista que temía, al igual que los Populares, que la crisis les pasara factura.

De hecho, si PODEMOS puso tan poco empeño en presentar esta Ley al principio de la legislatura es porque sus líderes sabían perfectamente que el peso político de la emigración era nulo dado el marco legislativo actual. El desgaste de la izquierda no debería ser una razón para incumplir con una promesa hecha a los emigrantes que, tras casi 10 años de aplicación de la ley de Memoria, han visto dividirse a las familias, y constatado con dolor como la discriminación hacia las abuelas emigrantes tampoco ha sido una preocupación sincera para las feministas peninsulares.

Eduardo Velázquez  @velazquedu, parece una persona sincera y decente, pero no debería dejarse manipular por líderes que sólo piensan en términos electorales, y que han demostrado repetidamente durante todos estos años que la emigración les trae sin cuidado.

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