Si no naciste en Cuba…¡cállate la boca!

De Cuba con H de Ortografía @CubaOrtografia

Si no naciste en Cuba, en la Cuba que se proclama socialista y solidaria, entonces cállate la boca por respeto y no intentes defender su sistema político desde la comodidad de tu teléfono o detrás de una computadora.

No sé dónde habrás nacido, o qué traumas tuviste en tu infancia, pero no me defiendas a Fidel Castro y a sus huestes de comuñangas resentidos y envidiosos si no naciste en Cuba.

No importa cuántos libros te hayas leído ni cuántos documentales hayas visto. El socialismo, el comunismo, el castrismo o cualquier combinación letal de todos esos sistemas no se aprende con un libro o con una película. Eso se sufre, se padece, se malvive. Y si no naciste en Cuba, entonces no puedes ni tienes absolutamente razón alguna para defender semejante ideología represora.

Si no naciste en Cuba, no sabes qué es ver la leche de vaca como un lujo, o un pedazo de carne, o un simple chocolate. Si no naciste en Cuba, como yo, hace 53 años, no tienes idea de cuántos inventos he visto desfilar ante mis ojos, ni de otros tantos que ocurrieron antes de mí.

No sabes qué es irse a la cama con hambre, con un vaso de agua con azúcar solamente, o sin ella, y no querer despertar para evitar pedir comida. No sabes qué es tener una sola muda de ropa, no poder escuchar música en inglés, tener que callarte la boca y no poder decir lo que piensas.

No sabes qué es verse obligado, desde pequeño, a adorar al esperpento maligno de Fidel Castro, o a gritar como dementes ¡Pioneros por el comunismo, seremos como el Che!, alabando a un ser maloliente y asesino que disfrutaba con el dolor y el sufrimiento de sus víctimas.

No sabes qué es una historia tergiversada y manipulada, hechos horribles provocados por el castrismo para culpar a los Estados Unidos y, de paso, incentivar un odio irracional en la población para creerse que había un enemigo real que nos atacaría en cualquier momento.

No sabes qué es verte impedido de viajar por tu propio «gobierno», al que nadie eligió, ni tener que agradecerle «bondades» como una libreta de racionamiento, hospitales maltrechos y sucios, escuelas destruidas que son laboratorios de política y lavado de cerebro.

¿Cómo te sentirías al levantarte sin luz, o con el sobresalto de que vendrá o se irá en cualquier momento? ¿Qué pensarías al abrir tu refrigerador vacío, o tener que correr para coger una guagua que te llevará, sudado y grasiento, hasta un puesto de trabajo donde recibes una burla de salario a fin de mes? ¿Te haría feliz pensar nada más en la comida y en la ropa porque no tienes espacio físico ni espiritual para más nada?

¿Dime cuál de tus vecinos, por odioso y pesado que sea, te ha lanzado huevos, te ha agredido con palos y te ha injuriado hasta la saciedad solo para sacar un odio innato pero también promovido desde la cúpula castrista?

Si no naciste en Cuba, ten un poco de respeto por los más de 1000 presos políticos que mueren en sus cárceles, y por todas las víctimas del castrismo a lo largo de 65 años, por los plantados y las plantadas, que se resistieron a claudicar y que enfrentaron a Fidel Castro únicamente por convicción. Ten un poco de pudor por los que murieron torturados o se suicidaron en las UMAP, orquestadas y dirigidas por el Che Guevara y Castro. Ten un poco de vergüenza por todas las personas asesinadas, fusiladas, encarceladas en la fortaleza de La Cabaña; y por los miles que se lanzaron al estrecho de la Florida y quedaron en sus aguas, por las madres y padres de esos cubanos; por los miles que murieron en Angola en una guerra sin sentido; por los otros miles que fueron entrenados en suelo cubano, con la complicidad silenciosa de muchos de ustedes en el exterior, para formar guerrillas y grupos terroristas en toda América Latina, que desestabilizaron la región durante décadas.

Yo no nací ni en Venezuela ni en Nicaragua, ni en Chile ni en Colombia. Yo nací en Cuba, y sé que el régimen de mi país utilizó a todos esos países, y a muchos más, para exportar su revolución de mierda e inundar de bazofia socialista la mente de los más blandengues, vagos, resentidos e inadaptados que se proclaman de izquierda. Tú no eres de izquierda. Tú eres un idiota, un aprovechado social que no quiere trabajar. Y si tienes una vida acomodada y tus necesidades cubiertas, entonces también sabrás que nada de eso te lo ha dado la izquierda ni el socialismo.

Por esos niños que ya nacen condenados, por la desesperanza que sienten, por sus padres, por la miseria a la que son expuestos, por la destrucción física y espiritual del pueblo cubano, ten un poco de respeto y no defiendas al castrismo. ¿Por qué no te animas a dejar tu entorno y aterrizas en Cuba para siempre? Yo conozco un lugarcito, un solar en Buenavista, La Habana, que te dará experiencias solo posibles en un sistema represor y miserable como el cubano. Te prometo, te juro que no durarías ni tres horas ahí, pero solo así, viviendo y malviviendo lo que yo soporté, quizás podrías comenzar a sacudirte la idiotez que te embarga y abras los ojos ante los horrores del socialismo.

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