Kusadasi, 24 de junio de 2022.
Querida Ofelia,
Un corto trayecto en autobús nos llevó desde el muelle hasta la playa de un resort de lujo en la costa de Kusadasi.
Ya teníamos dispuestas allí la tumbona, la sombrilla y la toalla.
Tuvimos guías excelentes en todas las excursiones que hicimos durante este crucero en el Costa Venezia, se destacó especialmente Besim Amado, el que nos acompañó al Resort Charisma en Kusazdasi de Turquía. Con él ocurrió una anécdota simpática: al acercarse a nuestras tumbonas en la terraza junto al mar, le preguntó a mi esposa -¿Dónde está Félix? Ella le respondió: -Está con su otra esposa que vino de Estambul donde ella vive. Él se lo creyó y le preguntó -¿En qué barrio vive? En eso llegué yo y se aclaró que fue una broma. Todos reímos.
Pasamos todo el día en la playa del Mar Egeo, pudimos nadar o tomar el sol y saborear bebidas. Desde las terrazas a orillas del mar, al cual se bajaba por escaleras.
Las dos piscinas eran de agua salada y gigantescas.
El almuerzo en el restaurante panorámico fue excelente, con platos mediterráneos.
A lo lejos se veía la silueta de la Isla Paloma.
Gracias a la encantadora italiana Veronica del Personal Cruise Consultant, pudimos reservar nuestro próximo crucero por el Mar Mediterráneo.
En el Costa Club Show nos llamaron a subir al escenario y nos dieron un diploma como la de la “Pareja Gold” del barco, con un váucher por 100 euros a utilizar en un próximo crucero.
Disfrutamos esta noche en el Teatro Rojo de un bello espectáculo sobre la vida del gran seductor Casanova.
Mañana regresaremos a París desde el enorme y bello aeropuerto de Estambul, espero que los policías de la aduana sean tan amables y educados como los que hemos encontrado en cada ciudad turca. Pero no me hago ilusiones sobre nuestras reservaciones de asientos que ya hemos pagado a Turkish Airlines, pues en el vuelo de París a Estambul ya los habían también vendido a otras personas y nos sentaron en la penúltima fila del avión.
Un gran abrazo desde el Mar Egeo,
Félix José Hernández.
