Buenos días, Palmaris soñadores, fantaseadores e incluso onírico.
Soñé que me despertaba
y no había autonomías
y que el resto de mis días
con otro ánimo enfocaba.
Y soñé que Rubalcaba,
Mariano, Iglesias, Rivera
y toda la casta entera
humilde perdón pedía
y honraba con alegría
a mi España y su bandera.
Pronta salud para los enfermos y dicha a los desdichados.
Climilla en Valencia aún, pero con tendencia a remitir.
Sit tibi dies levis.
La sombra del Decreto de 1898 sigue siendo alargada, recordando una pérdida que trasciende lo puramente legal y se adentra en la esfera de la identidad y la...
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