Sin publicidad, el caos

Simplemente con un lacónico mensaje recordatorio de los ingresos económicos que significa que el medio siga las instrucciones, pone las cosas en el sitio que por años nos publicitan gente que de EE.UU. tan solo saben, y es reciproco, que hacen películas de vaqueros, y que, según, la democracia y la justicia justiciera, empieza y termina en ellos.

Nos es primera vez que escribo que para este tecleador el militarista y mal denominado Imperio Romano, y el Imperio Usa, guardan entre sí, una similitud de puro asombro; con tan solo la diferencia de que los romanos apretaron mucho más y lograron en los asuntos de religión perpetuarse en miedos diezmos y primicias, teniendo en vigor un brazo armado, muy poderoso, que todavía subsiste, que es el estado santo del Vaticano.

Ellos, los EE.UU. han gastado recursos ingentes de los bolsillos de otros, en intentar lograr que cada latiguero en su zona, haga que los rezos vayan por el lado que ellos dirijan; pero, hasta el momento, parece ser que el imperio Usa se está desmoronando sin haberlo logrado, porque los romanos se les adelantaron y fue mucho lo que apretaron y lograron.

A no tardar, estaremos invadidos, hasta extremos de no poder encender el televisor o abrir las redes sociales porque las excelencias Usa nos machacarán sin misericordia alguna, porque las denominadas grandes cadenas de comunicación, si se quedan sin los ingresos de los grandes beneficios de consumir las milagrosas bebidas refrescantes, anuncios que los pagan los pueblos oprimidos, la vida tendrá otro color diferente.

Y el neoliberalismo cristiano, con sus matices particulares Usa, que ha logrado que los uniformes de todos los ejércitos de su cuerda se parezcan y estén en aspecto y hechos de aplastar al débil, clonados; y que a todos los niveles donde no existe nivel y sí, y mucho, desconocimiento, se suela poner a EE.UU. como un país ejemplar a imitar por todos, ante la realidad de que en el campo de la espiritualidad no ha cuajada ninguna secta de un modo serio y dominador, la cosa, el castillete de naipes se puede derrumbar hasta sin hacer ruido, y ni nos enteremos.

Ningún imperio, de los variados que han existido desde que tenemos conocimiento de las andaduras de los hombres, han sido caritativos para con los oprimidos; pero en el comportamiento de los Romanos y de los Gringos en relación a los que está despellejando entonces los unos y ahora los otros, hay, existe una marcada sutileza, un intento en ocasiones logrado, que el opresor se sienta resignado a serlo como si no existiera otra forma de vida que comer patatas fritas saladas y llevar la visera de la gorra hacia atrás, o que la cruz sea un símbolo de paz y de justicia.

Y ahora nos queda por tragar mucha noticia; mucha algarabía e intento de poner de manifiesto que en EE.UU. existe una sensibilidad popular hacia le justicia y la igualdad de oportunidades; y que el único color que preocupa allí es el color del dólar; cuando todo eso forma parte de una gigantesca milonga que ella sola se está desmoronando sin música.
El mal llamado Imperio Romano nos dejó sus herederos en el clero vaticano. El Imperio Usa, nos va a dejar una hipocresía en los medios de comunicación, que va a ser necesaria mucha tralla en medios realmente independientes para que todo el estiércol de los grandes tan solo abone sus podridos despachos.

Y algunos, como servidor, soñando con que aunque solo sea por postureo, dejen a Cuba en paz jugando con el mismo balón que jugamos todos.

Salud y Felicidad. Juan Eladio Palmis

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