Sin esperanza no hay país

En 1970 nació en Cuba casi el doble de personas que en el 2012.

En el 2012 fueron realizados en el país 83 682 abortos inducidos

Ciertamente, atrás quedó el auge de nacimientos ocurrido a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, conocido como baby boom. A partir de la década del setenta la natalidad (número de nacidos vivos en un año por cada mil habitantes) comenzó a experimentar un notable descenso.
Los especialistas advierten que el principal problema demográfico que enfrenta Cuba es la fecundidad, pues cada vez es menor el número de hijos por mujer.
Este fenómeno incide negativamente en el reemplazo poblacional, para el cual se necesita que cada fémina tenga al menos una hija que la reemplace.

Desde 1978 la Tasa Global de Fecundidad es menor a 2,1 hijos por mujer, siendo en el 2012 de 1,69. Por su parte, la Tasa Bruta de Reproducción (cantidad de hijas por mujer) descendió de 1,80 en 1970 a 0,82 en el 2012, como refleja el Anuario Estadístico de Salud de ese año. Sobre estas cifras y sus posibles causas e incidencias en el desarrollo de la sociedad.

¿NIÑOS? NO, AHORA NO
“¿Hijos? Lo pienso desde los 14 años, pero primero debo graduarme. Tal vez a los 27”, comenta Gretel Silva, estudiante de la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de La Habana.
La joven periodista Lianet Hernández alega que en la actualidad tener hijos antes de los 30 años “es una locura y no precisamente por problemas de edad o salud. La vida se trata de metas y prioridades. Yo primero quiero lograr una situación favorable desde el punto de vista profesional”.
Contrario a esta mirada, los expertos apuntan que la edad óptima para la reproducción oscila entre los 20 y 30 años.
Aun cuando el mayor porcentaje (31 %) de los nacimientos se produce entre los 20 y los 24 años, el vicepresidente de la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología, Jorge Peláez, explica que “la edad para el primer parto se está moviendo y acercando cada vez más a los 30, lo cual conlleva a la disminución de la cantidad de hijos”.
Por razones como esas y otras similares, en la provincia de Villa Clara, una de las más envejecidas de Cuba y a la vez una de las de menor índice de mortalidad infantil, se ha producido en los últimos años un decrecimiento poblacional bastante serio, según reconoció el doctor Justo Rodríguez López, jefe del Programa Materno Infantil de la Dirección de Salud en el territorio.
De acuerdo con la explicación del funcionario, la provincia cerró el 2013 con una de las tasas de natalidad más baja de los últimos cinco años, con solo 7 909 nacimientos, inferior a los cerca de diez mil que sucedían el siglo pasado.
En la búsqueda de opiniones sobre cuáles son las causas de la decisión de no tener más de un hijo, varias personas expusieron la situación de la vivienda, que afecta en especial a las jóvenes parejas, obligadas a convivir con otros familiares, y los bajos salarios.

“Todo está muy caro”, comentó a este equipo la matancera Marisleidy Polledo, de 26 años de edad y quien está esperando un hijo.  Ella señala que la canastilla asignada no alcanza y que renglones tan importantes como la cuna y el colchón no te los dan en el momento en que los necesitan; en su caso le han dicho que probablemente para dentro de dos años es que podrá acceder a estos. La solución entonces es  acudir a las tiendas en divisa y los particulares, donde los precios son realmente muy altos.

Otro elemento asociado a la salud sexual y reproductiva de las féminas y que afecta la fecundidad es el aborto.

Si bien es un derecho ganado, aún es utilizado por un grupo de mujeres como “método anticonceptivo”, sin considerar las futuras implicaciones.
Según Roberto Álvarez Fumero, director nacional del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), el aborto debería ser por razones médicas y genéticas. “Cuando se practica pueden ocurrir hemorragias e infecciones en el aparato reproductor que pueden terminar en infertilidad, además se incluye el riesgo de la mortalidad materna”.

“Por otro lado, las mujeres que recurren mucho al aborto suelen terminar el embarazo antes del término —37 semanas— cuando logran concebir, por lo tanto los pulmones del niño no están suficientemente maduros y tampoco tiene el peso que debería, entonces puede morir”.

De acuerdo con Fumero, en el 2012 fueron realizados en el país 83 682 abortos inducidos, para una tasa de 26,5 por cada mil mujeres de entre 12 y 49 años (edad fértil). De cada cien mujeres, 40 terminan su embarazo por esta vía.
Los anticonceptivos utilizados también pueden incidir. “El dispositivo intrauterino (DIU) cuando tiene varios años colocado crea riesgos de infertilidad, por eso se sugiere usar vacunas o tabletas”, asegura la doctora Mariluz Roques, responsable del Programa de Atención Materno Infantil en Artemisa.
Sin embargo, la obtención de métodos anticonceptivos más modernos como los orales e inyectables se dificulta pues son muy costosos para el país.
 
Fuente: Así es Cuba

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