Un viernes más os dejo un nuevo capitulo sobre la historia del Real y Glorioso Cuerpo de Infantería de Marina en la Guerra de Cuba y las Antillas Mayores. Espero sea de vuestro agrado y ayude a conocer más y mejor a este pequeño Cuerpo en efectivos pero grande en aportación a la historia militar española.
Por: Carlos Ramírez
Algunos territorios de la América española tuvieron procesos independentistas diferentes pues o bien no se independizan de España sino de otros países, o lo hacen con considerable retraso, o sólo para caer en nuevas dependencias. Estos son los casos de casos de Uruguay, Santo Domingo, Cuba y Puerto Rico.
Santo Domingo, en cuya guerra de independencia ya hemos visto que tomaron parte fuerzas del Cuerpo entre 1861 y 1865, constituye un caso realmente especial ya que fue cedida por España a Francia en 1795, siendo invadida por los haitianos en 1801 y 1805, tiene su propia guerra de independencia contra los franceses en 1808-1809, tras lo cual se reincorpora a la monarquía española. Es de nuevo invadida y anexionada por Haití en 1822; recupera por segunda vez su independencia en 1844 y unos años después solicita su reincorporación a España, que la acepta en 1861 pero apenas hace nada para fomentar el país, comenzando pronto una sublevación antiespañola que culmina con el abandono definitivo de Santo Domingo, por parte de España en 1865.
Totalmente distinto es el caso de Cuba que en el último tercio del XIX pierde sus dos guerras emancipadoras. En la independencia cubana confluyen dos procesos: la lucha de los cubanos por su independencia y el interés de los Estados Unidos por su adquisición, que se refleja en numerosas propuestas de compra a España hechas entre 1812 y 1897.
Prolífico va a ser esta parte de nuestra historia, en cuanto a capítulos dedicados a ella, como lo fueron las acciones de nuestros batallones en los conflictos de la Antillas Mayores, (Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico) continuamos pues con sus vicisitudes en aquellas tierras, tan españolas en esa época como las de la península.
Tercer Batallón
Se forma en España en octubre de 1861, junto con el 4º Batallón. Esta unidad, formada por 600 hombres, pasa a formar parte del ejército de operaciones en Cuba. Embarca en Cádiz en el vapor General Álava, en noviembre de ese año. Al llegar a La Habana se le asigna como cuartel la fortaleza de la Cabaña.
Al ser integrado en el ejército expedicionario a México y en el mismo vapor, formando parte de las fuerzas al mando del General Prim, sale de la Habana el 18 de febrero de 1862 hacia Veracruz (México) donde llega el 24 partiendo hacia el interior del país; en fecha 7 de marzo llega a Orizaba, al campamento de la Escamela, formando parte de la 1ª Brigada al mando del Brigadier Milans del Bosch, hasta el 18 de abril cuando, desecha la coalición con Francia e Inglaterra, Prim ordena el regreso a Veracruz, donde reembarca el 30 llegando a La Habana el 5 de mayo en el vapor San Quintín, pasando de guarnición a Pinar del Rio excepto una compañía que es destacada en la Isla de Pinos, donde se encarga de la guarnición del presidido.
El 25 de mayo de 1863 recibe la orden de regresar a la península, embarcando el 28 del mismo mes, de nuevo, en el vapor General Alava y llegando a Ferrol el 27 de agosto, después de pasar cuarentena, por una epidemia a bordo, en la Isla Pontevedresa de San Simón.
Cuarto Batallón
Creado, como ya hemos visto, a la par que el tercero y con su misma entidad en cuanto a fuerzas, en vista de los acontecimientos que se producen en Cuba y México, sale desde Málaga en fecha 12 de noviembre, llegando a La Habana el 5 del mes siguiente a bordo del vapor San Quintín. Originalmente estaba destinado a ser enviado a África, por lo que se le conoce con el nombre de 4º Batallón de África, aunque los acontecimientos en las Antillas Mayores cambiaron su destino.
Al igual que el tercer batallón, es integrado en el ejército expedicionario de México, por lo que embarca en La Habana en fecha 19 de febrero de 1862, a bordo de la fragata L´Astrée, llegando a Veracruz el 24. Una vez que España decide desligarse de la coalición que había dado lugar a las operaciones en México, regresa a La Habana a bordo de la fragata Lealtad, quedando de guarnición en la isla siendo repartidas sus fuerzas entre las fortalezas del Morro y La Cabaña, hasta el 30 de julio que es destacado a la Plaza de Trinidad, quedando de guarnición en Puerto España.
En 1863 es dispuesto su regreso a España, embarcando en el vapor Rápido con destino a La Habana, siendo acantonado en el Campamento del Príncipe, guarneciendo las fortalezas de la Cabaña, El Morro y Puerto Príncipe hasta el 26 de julio, fecha en la que embarca en el transporte General Álava; tras pasar diez días de cuarentena en el Lazareto de San Simón, en Vigo, desembarca en el Ferrol el 27 de agosto, ciudad en la que permanece hasta el 30 de octubre cuando, a bordo del vapor Vasco Núñez de Balboa, sale para su destino final en Cartagena.