-Artículo del comunicador peruano Mauricio Málaga Fuenzalida
Un clásico de la «élite» republicana, al caudillismo le gusta la democracia sólo cuando obtiene mayoría, de no ser el caso se afirma conocedora de la «verdadera voluntad del pueblo»; si no le gustan los resultados entonces «hay algo malo en el sistema de representación».
Por supuesto que, en realidad, a nadie le importa la opinión del pueblo, ni siquiera intentan ocultar sus apreciaciones por el nivel de cultura de las mayorías electorales que les apestan, pero se llenan la boca hablando de voluntad popular, democracia y constitucionalidad.
Y claro, ahora estamos buscándole tres pies al gato a través del constitucionalismo, cuando todos sabemos muy en el fondo que este es el resultado de una pugna ideológica.
¿Lucha contra la corrupción? Ya compadre.
Te guste o no la correcta definición, este es un golpe de estado, y es producto de tu odio y tu egolatría intelectual, y no importa cuantas justificaciones pseudoconstitucionales le hayas escuchado a Patricia del Río para tremendo atropello a la legalidad y el estado de derecho que cínicamente dices defender, tú sabes perfectamente que te cagas en la voluntad popular, que odias a la mayoría porque es bruta, porque es ignorante, porque no sabe votar, porque el pueblo analfabeto ha elegido a una mayoría parlamentaria que no apunta a convertir el Perú en una playa nudista de Ibiza, en un strip mall californiano, en un diverso Nueva York, una mayoría representativa que contradice tu alienación.