Para terminar de dejar al Régimen en cueros

José Gabriel Barrenechea.

Lo más importante ahora es mostrar cuán desnudo está el Rey: mostrar la ficción que es el Estado de Derecho Socialista de Cuba.

Ya que el artículo 56 de la Constitución vigente permite la protesta pacífica, pongamos a prueba su realidad: Pidamos permiso a las instituciones correspondientes  -todo muy legalmente-, para organizar una marcha y posterior concentración, pacíficas ambas, en La Piragua.

Lógicamente, los motivos de esa protesta no pueden ser, por ejemplo, nada que vaya contra el ordenamiento definido por las propias Leyes y Constitución vigentes. Hacerlo así le daría al régimen la justificación para respondernos de entrada que nuestros motivos son inconstitucionales, y denegarnos el permiso.

Deberíamos pedir autorización, por ejemplo, para protestar por la actual Ley Electoral, plagada de trampas evidentes. Partiríamos del principio que no cuestionamos el unipartidismo, o el monopolio del comercio exterior por el estado, o… solo los “errores» presentes en el proceso de conteo de votos en la elección de diputados -queremos que los votos en blanco en las boletas de elección de diputados a la Asamblea Nacional sean considerados validos-, o el carácter indirecto de la elección presidencial -queremos que la Asamblea Nacional nos presente una lista de candidatos, y elegir nosotros.

También podríamos pedir que sea de obligatorio cumplimiento el convocar al menos un referendo anual -un domingo de la defensa gasta tantos recursos como un referendo, y ello no impide que se realicen. 

Claro que nos dirán que no. Pero será evidente hasta para el señor Ramonet que lo harán en contra de la legalidad de su supuesto Estado de Derecho. Entonces a nosotros no nos va quedar otro remedio que salir a la calle, a defender el ordenamiento jurídico de la República, como nos lo impone la propia Constitución, y ellos, como el Escorpión de la fábula de Esopo, no podrá contener su naturaleza y nos molerán a palos, y nos encerraran por años…

Su aparato represivo volverá a vencer, sin duda: Pero si ahora tenemos al régimen en calzoncillos ante Cuba y el Mundo, entonces lo terminaremos de dejar en cueros.

Sin duda esta es una propuesta poco agradable, porque implica que expongamos nuestra piel, y huesos, al aparato represivo del régimen. Pero la única verdadera libertad que se gana, es así, ya que la que otros nos ganan por nosotros, en el fondo nunca llega a serlo.

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