¿Nos ayudará España esta vez?

La nueva propuesta de Ley de nacionalidad presentada el pasado mes de diciembre en las Cortes ha generado una gran expectativa en Cuba, donde millones de #españolesdecuba se quedaron sin poder hacer los trámites en 2011

 
Publicamos esta carta de un caso típico: un hijo mayor que quedó fuera de la ley, pero sobre todo porque denuncia valientemente las irregularidades que se cometieron en el consulado habanero en aquellos años con la esperanza de que no vuelvan a repetirse.

La carta de Yoel.

Mis saludos y respectos por el excelente trabajo que hace el Diario de la Marina al informar a millones de personas en todo el mundo, y específicamente a muchos cubanos con el tema de la que puede ser una nueva posibilidad para la ciudadanía española en Cuba.
Mi nombre es Yoel y vivo en la capital de La Habana en Cuba. Quisiera que se publicara este correo como noticia revisada de ser posible.
Hace tiempo me respondieron del Diario de la Marina pidiéndome información para ser publicada sobre la colonia española en Cuba, sobre todo en lo que respecta al trato de las autoridades consulares.
Mi experiencia la expreso como denuncia, y para que se conozcan en España las violaciones de que son víctimas millones de sus conciudadanos.
Por esta razón es que aquí envío mi experiencia personal de lo que fue el proceso de ciudadanía española para los cubanos en el año 2008.
Mi madre es nieta de español y ciudadana española de origen por la ley 52/2007 y vivió tres años en Madrid en donde está asentada. Ella fue una de las primeras personas en toda Cuba en obtener la ciudadanía española.
Yo soy bisnieto de españoles peninsulares e hijo mayor de edad de ciudadana española de origen. Si se aprueba el nuevo proyecto de ley en el Congreso Español y el gobierno da su visto bueno, que es lo más probable porque la ley tiene el apoyo de una mayoría de partidos según tengo entendido, podría hacerme español.
Al igual que muchas personas que dejan comentarios sobre el tema en el Diario no pude alcanzar la ciudadanía en el año 2008, pues en Cuba a causa de le lentitud del trabajo consular, demoró aún más que en otros países de Iberoamérica. Por esta razón alcancé la mayoría de edad los 18 años y luego unos meses después llegó la ciudadanía española para mi madre.

Esta situación generó divisiones familiares y conflictos, pues en el núcleo familiar no todos tenían los mismos derechos, incluyendo la posibilidad de emigrar todos juntos a España

Tengo entendido que el plazo de la ciudadanía se extendió hasta el año 2010 o 2011, algo que veo bien por la cantidad de personas que debían ser atendidas; aunque el retraso no hubo manera de recuperarlo porque muchos bisnietos como yo alcanzaron la mayoría de edad y no pudieron acogerse a la ciudadanía. Esta situación generó divisiones familiares y conflictos, pues en el núcleo familiar no todos tenían los mismos derechos, incluyendo la posibilidad de emigrar todos juntos a España.
Fue lo que ocurrió con nuestra familia. Mis primos hermanos, los hijos de mi tío, hermano de mi madre que eran menores de edad pudieron acogerse a la ciudadanía; pero yo, y muchos más en el mismo caso no tuvimos la misma suerte.

Por esta causa, y también por la crisis de España hace unos cinco años que no veo a mi madre, y aunque nos mantenemos en contacto diariamente por vía telefónica y correo electrónico me siento desesperado.

Cuando llegó la Ley de Nietos a Cuba reinaba la desinformación.

Recuerdo que las filas delante del Consulado de España duraban días enteros y la atención era pésima. Para ser de los primeros y que mi madre tuviera un lugar en la cola y fuera atendida al otro día en la mañana, tuve que quedarme a dormir durante toda la noche en el parque colindante, pues nunca se sabía el número de personas que serían atendidas en el Consulado al día siguiente. Por ejemplo, si se decidía que recibirían sólo a 20 personas ese día, el 21, aunque llevara 2 días en la cola, tenía que marcharse a su casa o seguir esperando. Nos trataban como si fuéramos ganado, esa es la verdad.

Algunos aprovechadores vendieran sus lugares en la fila por dinero y causaran conflictos con las demás personas que esperaban ser atendidas.

Esto se prestaba para que algunos aprovechadores vendieran sus lugares en la fila por dinero y causaran conflictos con las demás personas que esperaban ser atendidas. Poco a poco alrededor del consulado se organizó una mafia de coleros profesionales que fue denunciada a las autoridades consulares sin que nadie pusiera orden y todo en detrimento de los españoles legítimos de Cuba que venían de otras provincias y que no lograban presentar la documentación.
Los teléfonos de la embajada española en Cuba para brindar información y sacar turnos de ciudadanía no eran respondidos nunca, eran teléfonos fantasma. La única vía que quedaba disponible en aquel momento era el turno por internet. ¡Imagínese, en un país donde conectarse a la red hace falta un milagro! Los únicos que pudieron conseguirlo lo hicieron a través de sus familiares en el exterior que hacían esas gestiones por ellos. Incluso para solicitar una simple planilla, había que hacer esa terrible cola.

Mi mamá fue una de las primeras personas del país en informarse y hacerse ciudadana, pero todos los que tenían derecho no lo consiguieron.

Mi mamá fue una de las primeras personas del país en informarse y hacerse ciudadana, pero todos los que tenían derecho no lo consiguieron, una buena parte de los españoles de Cuba que viven en provincia se quedaron sin hacer los trámites. Esperemos que si esta ley es aprobada por el gobierno de Mariano Rajoy, se les brindarán facilidades para hacer los trámites sin tener que hacer la cola en el Consulado.

Se quedaron millones en el camino

Cualquier persona que sepa un poco de la historia de las provincias españolas y de Cuba sabe que la mayor parte de su población desciende de España y África. Por tanto, se puede deducir que por lo menos tres millones de personas no pudieron hacer los trámites para hacerse ciudadanos españoles. En cualquier caso no es normal que todavía existan expedientes pendientes de resolución desde el año 2008.
La información y el trato eran tan malos que al principios del año 2008 todavía no se sabía a partir de qué edad, 18 o 21 años, se considerarían mayores los hijos de españoles. En mi caso, cuando mi madre recibió sus papeles, tuve que hacer la cola y pagar 500 pesos por ese servicio en el consulado para enterarme. Lo que más me duele es que llevo años separado de mi madre por culpa del retraso consular y la burocracia. No soy el único. ¿Nos ayudará España esta vez?
Otro de los problemas que no se han resuelto es el de los miembros de una misma familia con ancestros españoles comunes, que se han quedado fuera, pues se les ha concedido la nacionalidad a unos sí y a otros no. ¿Cómo puede ser esto posible?
El objetivo de este mensaje es que se publique en el Diario de la Marina para que todos los españoles en la Península sepan las miserias por las que pasan sus compatriotas en Cuba, pero sobre todo, para que en caso de aprobación de la ley nada de esto pueda repetirse sin que los responsables queden impunes.

Creo que España necesita de hijos españoles en lugar de abrir las puertas a una inmigración descontrolada de otras culturas y nacionalidades como sucede en otros países de Europa.

España debe mejorar la atención de sus ciudadanos en el exterior. Nos lo merecemos porque nuestros padres contribuyeron a la riqueza de la que hoy ustedes disfrutan en la Península. No somos ganado ni ciudadanos de segunda, somos españoles, igual que vosotros. Nos ampara la misma Constitución y por nuestras venas corre la misma sangre.
Hablo por todos los cubanos no solo por mí.
Creo que España necesita de hijos españoles en lugar de abrir las puertas a una inmigración descontrolada de otras culturas y nacionalidades como sucede en otros países de Europa, pero más allá de esta evidencia, España necesita hacer justicia a su inmigración.
Siento haberme extendido. Ruego hagan llegar este correo a todas las autoridades competentes.
Muchas gracias por su tiempo y atención.

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