El terco e inhumano bloqueo a Cuba

El sueño de capitalismo salvaje que ya se ha adueñado prácticamente de más de media humanidad; y si no fuera por la República Popular China (COMUNISTA) la humanidad entera, está logrando un objetivo formidable con las grandes superficies comerciales de volver a lo que se denominó las Tiendas de Raya, que nada tienen que ver con la librería mejor de Andalucía, la que regenta mi admirada y buena amiga Sole Raya.

Se llamaron tiendas de raya, porque como la mayoría de los clientes no sabían leer ni escribir, cuando le apuntaban la compra que tenían que hacer por obligación en el establecimiento que su propio patrón, al precio que quería y aquello que quería, le obligaba a comprar para mal vivir, hacían, la totalidad de ellos, una raya en una libreta que suplía la falta de no saber firmar ni escribir.

La brutalidad y la falta de principios en los que se mueve el capitalismo, ha intentado crear tiendas de raya gigantescas ciudad por ciudad, y de no ser por los pequeños “flecos” de las fruterías y tiendas de alimentación, generalmente en manos (por lo menos aquí en España) en manos de emigrantes, había que morir en lo cotidiano de la alimentación en las tiendas de Raya de las multinacionales que sueñan con ellas.

En ocasiones, cualquier observador se puede quedar sin poder determinar o saber dónde empieza y acaba la brutalidad del capitalismo que propicia los cercos económicos con la intención de matar de hambre y enfermedad a una población de un país determinado, y dónde empieza y acaba la estupidez de la gente de la calle que tal postura brutal e inhumana es aplaudida.

Si cualquier cerco brutal e inhumano hubiese dado un resultado inmediato, y después de los genocidios, los cercos fuesen un método rápido para poder hacer más extenso un muladar capitalista del estilo Usa, dentro de lo horrible que son las invasiones, las guerras, y los imperios de los guapos sobre los feos, a lo mejor hasta tendría una dimensión diferente la cobarde canallada que significan los cercos.

Y no se sabe de ningún verdugo que sea buen verdugo; que esté considerado en un buen puesto en su escalafón de matador por encargo, si no tiene la habilidad de rematar, antes que el público se aburra, a la víctima; caso de los cercos económicos que con tanto clamor popular de EE.UU y sus bailaguas aplican empapados de hipocresía.

Espero; personalmente guardo cierta esperanza, que ahora que Inglaterra no está jodiendo la marrana en Europa apoyando siempre incondicionalmente la brutalidad de sus primos yanquis, desde este rincón del planeta, juntamente con la parte sensible de China, India y Rusia, se frene a ese monstruo guerrero que son los EE.UU. que no han descanso ni un solo día desde que se constituyeron (por cierto con ayuda plena de España) como estado independiente, en tener en marcha una guerra, un golpe de estado, o un cerco económico; eso sin contar otras canalladas de sus tiendas de Raya.

En Cuba ha nacido gente que nació con el cerco económico que dirigido por los EE.UU, lo han secundado Europa y prácticamente todo el mundo, y algunos cubanos que no han logrado alcanzar longevidad, han muerto de vida vegetativa no abundante en años, sin conocer lo que es un estado que puede jugar con sus reglas políticas propias, y sin tener el inhumano abuso de un ejército poderoso amenazando día y noche, y bendecido con esa agua bendita todo terreno que brota de un manantial que existe en el Vaticano, que lo moja todo menos los billetes de dólar.

No he nombrado a ningún país del continente de Las Indias, porque sus fuerzas vivas, al igual que las españolas, están al servicio claro de los brutales intereses del capitalismo yanqui, que sabrá muy bien asolar y matar, pero que en arte culinario, no ha pasado de comer hamburguesas de carne de dudosa calidad, con patatas fritas saladas.

Salud y Felicidad. Juan Eladio Palmis.

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