El PSOE, Podemos y el chavismo

-Artículo de Eduardo Martínez Narváez

¿Por qué Ábalos ha impedido, con su intempestivo encuentro nocturno, que Delcy Rodríguez, muy connotada integrante de la dictadura chavista, actualmente ministro de Relaciones Exteriores, fuera detenida en Barajas en virtud de una sanción acordada por la Unión Europea?

¿Por qué Pedro Sánchez, quien reconoció como presidente legítimo de Venezuela a Juan Guaidó, el 04/02/19 cuando era presidente de gobierno en funciones de España, hoy ha ninguneado al dirigente opositor venezolano?

La explicación es relativamente sencilla y ha estado desde siempre a la vista de todos.

La colaboración del PSOE con el chavismo viene de muy lejos, no es algo reciente. El gobierno de Rodríguez Zapatero mantuvo en su momento excelentes relaciones con Hugo Chávez y para entonces se establecieron jugosos acuerdos comerciales donde estuvieron involucradas numerosas empresas españolas. Izar y Navantia (empresas públicas), BBVA, Santander, Repsol, Indra, Telefónica, Mapfre, Acciona, Hesperia son algunas de esas compañías que han ganado mucho dinero durante la administración chavista desde el año 2000. Tanto así que esos negocios siguen gozando de muy buena salud en la actualidad: las empresas españolas fueron las segundas por volumen de inversión en ese país durante el año 2018, solo superadas por Países Bajos.

En cuanto a los dirigentes del PSOE y su lucrativa relación con la dictadura chavista, es vox populi que José Bono y el propio Zapatero han sacado excelentes réditos de los diversos negocios establecidos tanto a título personal como desde posiciones gubernamentales. Por allá en el año 2005 el gobierno de Chávez contrató a los astilleros públicos españoles cuatro corbetas por un total de 600 millones de euros siendo Bono el ministro de defensa. También bajo su administración se negoció un contrato con el gobierno chavista para la fabricación de doce aviones militares de transporte por parte de la también empresa pública EADS-CASA y que no llegó a ejecutarse debido al veto del gobierno estadounidense.

El propio Bono cuenta en su libro «Diario de un ministro» la fraternal relación que había entre el ex-embajador de España en Venezuela, Raúl Morodo y Hugo Chávez cuando este último era presidente de Venezuela. No es casual que el hijo de Morodo, Alejandro Morodo, fuese detenido en Madrid el pasado mes de mayo por estar presuntamente involucrado en un delito de blanqueo de capitales provenientes de un desfalco contra la petrolera estatal venezolana PDVSA.

Sobre el más que estrecho vínculo existente entre Podemos, actual socio de gobierno del PSOE, y los chavistas creo que no hace falta abundar.

Lo cierto es que la dictadura venezolana tiene más que suficiente material para demostrar cómo no pocos integrantes de Podemos y del PSOE han hecho buen dinero trabajando para ellos.

¿Qué obtienen además como recompensa los sátrapas venezolanos? A cambio de ese silencio de los socialistas venezolanos, los barrios pudientes de Madrid están repletos de boliburgueses, esto es ex-funcionarios y dirigentes del chavismo, con fabulosas propiedades adquiridas con los muchos millones expoliados a la republica venezolana, instalados en los mejores enclaves de la «zona noble» de la capital española sin ser molestados. Allí tienen su santuario particular en suelo europeo.

Por eso ni Sanchez ni ningún alto cargo actual del PSOE, y mucho menos de Podemos, van a hacer absolutamente nada contra el régimen genocida encabezado por Maduro.

No es tan complicado de comprender ¿No?

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