Uno de los ataques de la ultraizquierda al partido Ciudadanos es que su líder, Albert Rivera, supuestamente, le pega a la coca. No obstante, lo sorprendente del supuesto asunto (esparcido en su día por Juan Carlos Monedero, que ahora anda paseándose por México, y se paseó demasiado por Venezuela a cuerpo de rey desde el palacio de Miraflores) es que por lo visto la ultraizquierda se ha hecho antidroga. ¡Por los cojones! En España hacen manifestaciones a favor del cannabis (cuando en España es más fácil y accesible fumar porros que en Holanda, hasta como reclamo turístico) mientras que en Cuba por un porro te meten seis años de cárcel, y ahora atacan a Rivera por esto… ¡Eso es doble moral y esquizofrenia y lo demás son tonterías!
No obstante, hablando de drogas, por lo visto las FARC, o el Cartel de los Soles que «gobierna» Venezuela bajo la supervisión del G2 cubano nada saben de eso, como tampoco lo saben los estos restos de Sendero Luminoso o el MRTA que quedan por el Vraem peruano. Ni tampoco sabían nada los hermanos Castro de las avionetas de Pablo Escobar. Ni ETA sabía nada tampoco de tráfico de drogas ni de armas.
Eso: La extrema izquierda, tan hipócrita o más que los yanquis.
Y observemos cómo gracias al dominio cultural progre, las festividades que nos unen a todos los españoles se suprimen desde el colegio para que cada vez gane más peso Halloween.
No, no son antiimperialistas, son hispanófobos. Como los afrancesados, odian todo lo que suene a «español» porque se consideran superiores, cultos, ilustrados… Y les apesta el pueblo que les rodea. Y en cuanto los sacas de sus machacones tópicos, no saben ni reaccionar, intentando ejercer una violencia que cada vez es más infantil; señal de manotazos de ahogado.
Por cierto, los que acusan de farlopero a Rivera (que reitero: Ni lo sé ni me importa) con Monedero a la cabeza, ¿estarían dispuestos a hacerse un análisis de sangre público? ¡Miau!
España es un país demasiado castigado por la droga, tanto por su tráfico como por su consumo, como para que encima haya sepulcros blanqueados que se benefician de esto y lo quieran utilizar políticamente. Por más que el manipulador Follonero (uno de tantos lacayos de Roures) intente tapar los contundentes datos de Roberto Saviano -que es más de izquierda que muchos de estos-, al final toda esta miseria les acabará rebotando.