Cuba: Dos falacias, una respuesta

-Por Andres Alburquerque

DOS FALACIAS; UNA RESPUESTA. 

Con molesta frecuencia escucho hablar de tolerancia entre los cubanos y de las culpas de Estados Unidos y voy rápido a manifestar mi opinión sobre ambas.

La tolerancia es una cualidad que se pone en práctica en el ámbito de la libertad; la tolerancia consiste en poder pensar de modo diferente; mostrar gustos contratantes y estar siempre dispuestos a ponernos en el lugar del otro. Pero no nos llamemos a engaño; quien no paga los impuestos va preso, quien cruza una intersección con la luz roja recibe una multa; en resumen quien viola las leyes elementales de convivencia es castigado proporcionalmente a su culpa y la tolerancia se va a hacer puñetas. Por esto no puedo más que sentir indignación cuando en nombre de la tolerancia se me exige que me una a los comunistas, a los de la Junta; al régimen por el bien de una Cuba futura; perdónenme pero eso no es ser tolerante eso es ser imbécil.

La Junta de La Habana llegó derramando sangre por todos sus intersticios; encarceló a medio mundo y no dejo títere con cabeza; la Junta de La Habana pisoteó lo mejor y más prometedor de la nación cubana; tuvo décadas para construir algo mejor que lo que encontró y no hizo más que crear desolación y miseria material y espiritual; sólo cuando se encuentra sin árbol del cual ser parásito y las arcas están vacías se aparece con discursos de unidad y de patriotismo. Yo no tengo porqué tolerar a quien me echo’ de mi casa.

Una cosa es que cubanos que discrepamos en el modo que debemos construir un país mejor aprendamos a debatir y a cooperar por el bien común; eso es loable y me temo que inevitable si deseamos salir del precipicio; y otra cosa es unirme a los torturadores; eso no puede conducir jamás a un mejor país sino a más de lo mismo. Los malos son ellos y cualquier solución pasa por su salida del poder.

¡¡¡YA ESTUVO!!!

Es evidente que cualquier país en sus relaciones con otros países buscará siempre hacer prevalecer sus intereses. Estados Unidos no es una excepción y en sus relaciones con Cuba mostró una y otra vez su lado egoísta. Un egoísmo que para la isla significó también innegable mejoría en los niveles de vida; en la higiene y la salud y en el desarrollo económico; pero sea; admitamos que cometieron atropellos. Ahora, un momento!!! Quien dijo que corregir viejos errores y enmendar posturas sea algo que Washington deba dirimir con la Junta? En última instancia cualquier desagravio debe ser realizado hacia el pueblo cubano; hacia la nación cubana encabezada por un gobierno democrático surgido de la voluntad de los electores. El error más grande de Obama fue pensar que siendo cool con los carceleros era automáticamente cool con los reos y no funciona así. La Junta de La Habana se apoderó con derroche de una excesiva violencia de la isla, de su historia; de su presente y su futuro; por décadas se ha dedicado a cobrar todas las deudas posibles e imaginables sin con ello imprimir el menor indicio de mejoría; hoy, con ubres agrietadas y vientre yermo; totalmente inútil aún alza la mano mendigante tratando de cobrar nuestras cuentas; no se lo podemos permitir.

¡¡¡YA ESTUVO!!!

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