Coronavirus: No hay salida fácil. Los gobiernos mienten.

-Por Francisco Núñez Del Arco Proaño

NO HAY SALIDA FÁCIL DEL VIRUS – LOS GOBIERNOS DEL MUNDO MIENTEN

Agradezco a todos mis amigos y seguidores leer la siguiente declaración del principio al final previamente a emitir cualquier comentario.

He preferido guardar silencio e informarme lo mejor posible sobre la crisis sanitaria mundial que estamos viviendo antes de expresarme de alguna manera por pedido de muchos de ustedes, leyendo toda la documentación posible de diversas fuentes y consultando con expertos, en mi propósito de tratar de entender la real problemática de la situación que vivimos, para así no emitir declaraciones irresponsables a nuestros militantes, amigos, colaboradores y seguidores; sobre todo considerando que hay vidas humanas en riesgo de por medio.

En ese afán el día de ayer creamos el Consejo Científico y de Salud de nuestro organización, El Otro Ecuador, que se ha sumado a los demás consejos y comités de la misma con quienes mantengo consulta permanente sobre la situación en el país y en el planeta entero, éste está compuesto por todos los profesionales de la salud que contamos en nuestras filas: médicos, laboratoristas, enfermeras y bioquímicos farmacéuticos; a fin de tener un criterio sanitario basado en información real y manejada desde las fuentes primarias con conocimiento de causa.

Ante el coronavirus Covid-19 no habrá salida fácil:

1) En cierto sector del ambiente de la disidencia política y del pensamiento en nuestro país, Hispanoamérica y España se han esparcido dos falsas aseveraciones basadas en el desconocimiento no intencionado de quienes las propagan, la primera es que el coronavirus Covid-19 en realidad no existe y simplemente sería una variante más de la gripe estacional que mata cada año miles de personas en el mundo, la segunda que las medidas sanitarias no son necesarias, por tanto. Ambas aserciones son falsas, la primera de falsedad absoluta, y la segunda de falsedad parcial. El virus sí existe, ya ha sido aislado en laboratorios en diferentes partes del planeta, incluyendo en nuestro país, no es una gripe o influenza común de la cual ya hay vacunas o anticuerpos en el organismo humano. Las medidas sanitarias son necesarias, pero no como se han aplicado, porque de cualquier forma no lograrán su propósito anunciado a largo plazo, el virus no desaparecerá por las mismas.


2) La gravedad del Covid-19 no es su tasa de mortalidad entre los infectados, la cual es alrededor del 1% (Imperial College of London) de los contagiados en promedio, aunque en realidad cambia según el lugar y la mutación del virus (el que salió de China ya no es el mismo ahora en América), y puede llegar al 2-2.4% (estudios de los gobiernos chino y surcoreano) y 3.4% a nivel global (OMS), de 8-15% en personas mayores de 70 años, y hasta un abrumador 44% en personas mayores a 90 años (Italia). Es cierto que la gripe estacional tiene porcentajes mayores de mortalidad todos los años en el mundo en pacientes mayores y con problemas de salud graves, pero eso a lo largo de todo el año y no como brote específico en un determinado y corto período tiempo, lo que no hace colapsar los sistemas de salud puesto que no tienen que atender a esos miles de pacientes en un solo momento. También se debe entender que para la gripe estacional todos los humanos tenemos anticuerpos hace mucho tiempo, aunque en algún momento debió haber sido a su vez una pandemia debido a que sólo hay dos formas en que todos los humanos generemos anticuerpos para virus, la una es a través de una pandemia donde el 80 o 90% de la población se contagia y en el medio mueren todos los que mueren, y la segunda es con una vacuna.


3) Los humanos no tenemos anticuerpos contra el Covid-19 porque es un virus nuevo, no interesa este momento discutir sobre el origen y propagación del mismo, tenemos poco tiempo para actuar. Contrario a lo que señalan algunos, incluyendo varios gobiernos, una vacuna a ciencia cierta no se puede obtener en menos de un año o un año y medio en condiciones extraordinarias como nos encontramos, en condiciones ordinarias se puede esperar obtener una de tres a cinco años. Las anunciadas “vacunas” por chinos y estadounidenses en realidad están en fase experimental con humanos, no son vacunas todavía, al no haber tiempo para experimentar con animales, se han aplicado en voluntarios (desconocemos si son tales en China). Se debe entender que los resultados de estas vacunas experimentales recién estarán listos en 18 meses, cuando sabremos si los voluntarios humanos fueron efectivamente inmunizados o al final mueren por las vacunas experimentales. Así es, las vacunas no comprobadas como tales pueden matar.


4) Asumiendo que la tasa de muertes sólo fuera de la mitad del porcentaje más bajo de los estudios realizados, es decir, 0,5%, de todas formas, nuestros sistemas sanitarios colapsarían y con ellos nuestras sociedades y economías, y más en nuestros países pobres y subdesarrollados, ni siquiera los países más desarrollados del mundo cuentan con las camas y respiradores suficientes que se necesitarían para atender a todos los enfermos de gravedad, ni siquiera los Estados Unidos. Hagamos cálculos, primero uno conservador y después uno realista. Si como dijo el presidente Lenin Moreno en el Ecuador se podrían contagiar 800.000 personas (no sé en qué basa sus cálculos), de las cuales sobrevivirían el 99,5%, y fallecerían el 0.5% de esa cifra, es decir 4.000 personas, 4.000 personas que necesitarían cuidados intensivos de cualquier forma. Simplemente nuestro país no cuenta con suficientes camas para atender a tantos casos graves de atención intensiva, y menos esa cantidad de respiradores. Pero ahora hagamos un cálculo real, y la realidad es que entre el 80 y 90% de la población en verdad podríamos contagiarnos, como pasa en toda epidemia y pandemia, si volvemos a hacer el cálculo con la cifra irreal y subestimada intencionalmente para este análisis del 0,5% de muertes en los contagiados, eso significaría que 80.000 mil personas morirían, colapsando todo de igual manera. Si tomamos el promedio del 3% de la OMS estaríamos hablando de alrededor de 480.000 muertos en todo el país, claro, las personas más vulnerables, de más edad, más enfermas, con menos defensas en sus sistemas inmunológicos, pero sin descartar muertes en otros grupos poblacionales, y sobre todo sin despreciar la vida de absolutamente nadie. No tenemos capacidad para soportar esa cantidad de pacientes y de muertes. Finalmente, entendamos que la crisis sanitaria no sólo implica a los enfermos y muertos por el virus, sino y de forma importante a todos los otros enfermos o heridos que tenemos todos los días de forma usual, se podría morir por falta de atención por una apendicitis o un infarto o un corte no tratado o cualquier urgencia que no pudiera ser atendida por el sistema de salud colapsado.


5) La cuarentena total en cada país y su aislamiento total del resto del mundo, algo nunca antes llevado adelante en la historia del hombre, solamente retrasa la propagación del virus, pero no lo detiene. Una vez terminada, porque se va a tener que terminar, el virus vuelve a circular y a infectar a más personas. La única solución final es obtener la vacuna, que, como se ha dicho, en el mejor de los casos será en un año y medio. ¿Qué pasará en el medio? ¿Nos someteremos a un ciclo de cuarentenas indefinido hasta que nuestras sociedades colapsen producto del descalabro económico de estar parados por períodos insostenibles de tiempo? ¿Cuándo llegaremos a la locura individual en medio del encierro que provoque otros tantos problemas? ¿Cómo soportar el deterioro de la salud física y mental por el sedentarismo extremo y la baja de defensas producto del encierro suponiendo que hubiera suficientes medios de supervivencia para todos los ecuatorianos en los próximos dos años, que nos los hay? En nuestro país el 60% de la población sobrevive con una economía del día a día, para este fin de semana la mayoría de ecuatorianos ya no tendrá para comer, ¿entonces qué?


6) Los gobiernos del mundo estarían condenando a una larga agonía de las sociedades y de los individuos de aplicar medidas de cuarentenas cíclicas para contener el virus mientras se consigue la vacuna. En el medio de cada cuarentena, algunos hablan de ciclos de dos meses de cuarentena y de dos meses francos, no dejarán de haber muertes por el virus, pero se “aplanaría la curva” del incremento de casos, no muy notablemente, pero se reduciría cierto porcentaje de muertes producto del virus. Cada vez que se termine la cuarentena las muertes van a volver a darse. Todo esto si es que las personas asumen todo lo que significa la cuarentena y acatan estas restricciones una vez se hayan agotado en poco tiempo los medios económicos de supervivencia de la abrumadora mayoría. Finalmente esta no es una solución, al menos no para nosotros, los Estados Unidos podrán asumir ayudas financieras para todos sus ciudadanos, producir medicamentos necesarios, fabricar más respiradores, contar con una máquina de billetes en la Reserva Federal que por ahora sigue funcionando; los europeos podrán recurrir al Banco Central Europeo; asumiendo que sus aparatos productivos no se detengan a pesar de todos sus esfuerzos, cosa muy incierta; pero nosotros, los ecuatorianos, además de encontrarnos ya en una grave crisis económica desde antes de la pandemia, no tenemos a nadie a quien recurrir en búsqueda de ayuda financiera o de casi ningún otro tipo.


7) Existe otra aparente solución, la estrategia de mitigación, que consiste en aislar por completo a todos los posibles contagiados con mayores riesgos de morir por el virus, personas mayores de 70 años, cuarentena para las familias de todos los contagiados, y mantener estrictos protocolos de higiene, desinfección y de distanciamiento social en el resto de la población. Esto aplanaría la curva de infectados de forma más notable que la estrategia de cuarentenas cíclicas, pero no impediría por completo las muertes, que todavía podrían ser entre el 50%, sólo la mitad de las personas del porcentaje total de contagiados según el Imperial College of London, es decir, 240.000 en nuestro país, una cifra de muertos producto de una sola causa en tan poco tiempo que nunca se ha visto en nuestra historia en ningún tipo de escenario. No es necesario redundar en todo lo que ello implica.


8) El gobierno nacional también podría decidir no hacer nada y quitar toda medida para permitir que la actividad económica prosiga y así no quebremos totalmente como país (si lo países a quienes suplimos con nuestras exportaciones a su vez no están en la quiebra por la emergencia), lo que igual significaría casi medio millón de muertes en el país producidas directamente por el virus, colapsando el sistema de salud, y ocasionando otro porcentaje indeterminado de muertes por el colapso del mismo como ya se ha indicado, y arrastrando con ello también a la ya frágil sociedad y economía ecuatoriana.


9) De cualquier manera, nuestras sociedades nunca volverán a ser las mismas, si es que sobreviven a esta crisis. Nos esperan tiempos pavorosos. No hay salida fácil al virus. Es momento de preparación, alerta, resignación ante lo que no podemos cambiar, y voluntad y acción para lo que sí podemos. Nuestro principal objetivo al momento es sobrevivir a la pandemia y a todo lo que está causando en el planeta. Es el naufragio de todo el sistema de sostenimiento social. Tenemos una enorme cuesta a escalar por delante tras la pendiente del sacrificio. Es el fin del mundo como lo conocemos.

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