Carta a Felipe II de un espía encarcelado en Estambul (1560)

-Artículo de Jorge Álvarez

Miguel de Herrera es un veterano agente imperial enviado por Carlos V a Transilvania en el contexto de la conflictiva y compleja sucesión del reino de Hungría entre los Zapolya y los Habsburgo. Allí entabla amistad con un culto renegado polaco, un dragomán o lengua mayor (intérprete) que se convierte en su contacto.

Sin embargo, durante una visita a Estambul, Herrera es denunciado ante las autoridades otomanas por el agente imperial húngaro (al parecer pagado por Francia) y encarcelado, por lo que en 1560 envía desde su prisión una carta a Felipe II quejándose de que tras la muerte del emperador se han olvidado de él (Carlos V falleció en 1558), solicitándole ayuda y ofreciéndole a cambio sus servicios como espía y rescatador de cautivos, que pueden ser necesarios ante la cantidad de cautivos españoles e italianos llevados a la ciudad tras el desastre sufrido en la isla tunecina de Los Gelves o Yerba (incluso explica las, a su juicio, causas de la derrota). 

Aduce para ello que mantiene buenos enlaces allí, incluyendo la posibilidad de ser canjeado por un prisionero turco llamado Salim, apresado por las galeras de España en el entorno de Orán, que en ese momento está en la galera Patrona de Nápoles y a cuyos parientes conoce. También dice seguir contando con la amistad del polaco y con el cabo maestro de las atarazanas de Estambul, un gregüesco (griego) llamado Benito Manoli que suele proporcionarle información sobre la armada otomana y del que recomienda que se le ponga a sueldo.

Por otra parte, advierte de la actividad de espías turcos en Italia, señalando especialmente a un genovés llamado Antoniaso y a un patrón de galera Felipe Carinto, y en otros sitios, refiriéndose a Estéfano Gateluso, un dominico de la isla griega de Quíos que, pese a ser obispo de Milo, trabaja para franceses y otomanos. Para redondear sus servicios, Herrera facilita a Felipe II información reciente: el envío al Mar Negro de refuerzos para la protección de Cafa, y la huida de una galera turca de un hombre acaudalado a causa de una sublevación de sus esclavos cristianos.

Finalmente, se despide recordando su profesionalidad y subrayando que puede conseguir que “no quede un esclavo en Turquía, sin costa (sin gasto) de Vuestra Majestad”.

Este impagable documento se conserva en el Archivo General de Simancas. http://www.archivodelafrontera.com/wp-content/uploads/2019/07/1561-Miguel-de-Herrera-espía-en-Pera.pdf

*Enlace original: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=2326007497506838&set=a.366372783470329&type=3&theater

*Nota del redactor Antonio Moreno: Curiosa y casualmente, los que dicen compungirse ante la -ciertamente infame- trata negrera, sin embargo, no sienten esa compunción ante la trata de europeos llevada a cabo por berberiscos, turcos y árabes (curiosa y casualmente musulmanes); como también omiten el papel de árabes y tuaregs en la esclavitud de los negros. Eso, curiosidades y casualidades…

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