La metropolitana ciudad de Monterrey

-Artículo de Juan Jose Silva Benitez

Durante más de 150 años ( a partir de 1620 y hasta 1777 ) fue uno de los puntos más septentrionales del Imperio Español en América. Era lo que se conocía como un Presidio ( en la terminología militar era un punto fuerte un castrum a la manera romana) donde había una fuerte guarnición integrada por una oh más compañía de Dragones (soldados montados que también combatían a pie) su armamento era la pistola de arzón, la lanza de bambú y astil de hierro, la espada o belduque. Asimismo llevaban un escudo de cuero crudo (adarga) y lo más llamativo era la cuera (chaleco de cuero de 5 o más capas) que repelía las flechas de los guerreros comanches y apaches.

Por lo general estaban al mando de un Capitán de Milicias y la tropa eran vecinos de la Ciudad que recibían un subsidio anual por parte del Virrey para sostenimiento de la caballadas y compra de armamento.

Cada 30 días el Gobernador y el Alcalde Mayor hacían una revista de ojos en la Plaza de Armas (Zaragoza) dónde se formaban en posición todos los Milicianos de las Compañías Sedentarias (Infantería) y las Compañías Volantes ( Caballería ) para constatar que las Tropas estaban prestas para acudir a cualquier punto del Nuevo Reino de León donde hubiera amenaza de ataques de las Naciones Salvajes / en el primer plano trazado de la ciudad en 1765 realizado por el Sargento Mayor Don Joseph de Urrutia, menciona a la ciudad como Presidio Virreinal.

Tan importante fue la guarnición militar presente en la ciudad que en 1806 fue requerida por el Virrey ya que se temía una invasión a la lejana y despoblada provincia de Texas. Dado el peligro el mismísimo Gobernador Coronel del Arma de Infantería Don Simón de Herrera y Leyva tomó el mando del Cuerpo Expedicionario (integrado por las Compañías de Milicianos de Monterrey, Cerralvo , Lampazos ,Linares y Laredo). La marcha de más de 1000 kilómetro a través de los yermos los bosques y pantanos de Texas fue toda una epopeya y no concluyó hasta llegar a la lejana población de Nacogdoches situada en la frontera con Luisiana, donde estuvo en guarnición por cerca de un año y posteriormente regreso sin haber divisado al enemigo y sin haber disparado un tiro.

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