Bernardo de Gálvez y la auténtica armada invencible

-Por Antonio Moreno Ruiz

Se pregunta la filóloga e historiadora María Elvira Roca Barea por qué desde niños, en España, se nos hace estudiar “el fracaso de la Armada Invencible con la consiguiente gran victoria de Inglaterra”. No es algo que venga de ahora: La generación de nuestros padres tiene en mente qué fue “el fracaso de la Armada Invencible” y sin embargo no saben que el imperio británico fue humillado por la Monarquía Hispánica en numerosas ocasiones, siendo muy sonadas la victoria de Blas de Lezo en Cartagena de Indias o las de Bernardo de Gálvez en Pensacola y Mobila entre otros muchos casos.

¿Por qué hacer tanto hincapié en una supuesta derrota (y decimos supuesta porque tal armada nunca se llamó así y ello no significó gran cosa para España, que siguió siendo una gran potencia y derrotando a Inglaterra), creándonos una psicología negativa de nuestro país y de nuestra cultura a través de un complejo endófobo; y sin embargo, ocultar las numerosas proezas y hazañas de una patria que ha inscrito páginas doradas en la historia universal?

Lo malo de la Leyenda Negra no es lo que digan otros, sino que los españoles y los hispanoamericanos la hemos interiorizado como propia.

Sin embargo, los hechos la desmienten, y buena parte de España y de la América Hispana están hartas de tanta mentira y tanta propaganda. Ello explica el éxito de libros como “Imperiofobia y Leyenda Negra” de la nombrada Elvira Roca Barea, para envidia e impotencia de sectarios.

España tuvo grandes armadas invencibles, y una de ellas fue la de Bernardo de Gálvez, aquel que naciera en Macharaviaya, aldea de la Axarquía malagueña, y que se hizo universal a partir de su labor gobernadora y militar en el virreinato de la Nueva España, el mismo que conectaba las Antillas con el Pacífico Norte y que también era capaz de unir Acapulco con Manila.

Fue Gálvez prócer de una política conciliadora e inteligente en la Luisiana, fomentando así una época de prosperidad y entendimiento entre acadianos e hispanos cuyo recuerdo todavía perdura como joya de historia y esencia.

Fue Gálvez el que venció a los británicos desde el Caribe al Misisipi, tanto en la estrategia del corte de los suministros como en las victorias militares; juntando una armada invencible en la que participaron tanto españoles europeos como españoles americanos, y así, las actuales España, México, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Costa Rica o Venezuela, a través de las aportaciones militares y económicas que esta gran armada realizó, inscriben sus páginas propias en la historia de la independencia de los Estados Unidos; constando que esa auténtica armada invencible se fogueó entre la guerra y la paz en los difíciles territorios conocidos denominados de la Apachería.

Y es Gálvez quien debería ser estudiado y reivindicando en los libros de texto españoles e hispanoamericanos, pues si tanto se empeñan en armadas invencibles, la suya fue por derecho propio.

Estados Unidos empezó hace tiempo a tomarse en serio su figura, y amén de una estatua en Pensacola, también podemos contar con un retrato de Gálvez en un lugar preminente del capitolio; asignatura que había estado pendiente durante dos siglos y pico, pero que por fin se ha aprobado. ¿Cuándo la aprobará España? De momento, el pueblo natal de Gálvez es el único lugar de Europa que tiene como fiesta oficial el 4 de julio. Algo es algo. Pero todavía falta mucho por conocer y valorar a la auténtica armada invencible y a su prócer.

*Imagen: Cuadro «Por España y por el rey, Gálvez en América», de Augusto Ferrer Dalmau.

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