Amenazan con cerrar el Diario de la Marina

Un día como hoy pero de 1959

Estamos por la Revolución, si revolución significa libertad, democracia, justicia social y colaboración de clases reguladas por el Estado en noombre del bien común

 

Estamos contra la revolución, si por revolución se entiende la abolición de la propiedad privada y la colectivización de los medios de producción, la muerte de la libertad, la dictadura por la fuerza, el desdén absoluto por la libertad mayoritaria de la nación, el odio de clases, el hacer causa común con las fuezas toralitarias y la utilización de Cuba como una quinta columna encargada de crear a las fuerzas de la democracia, los conflictos peores para dividir y debilitar la unión de los pueblos.

 
En una dictadura se impone la censura a la libertad de expresión y a la prensa porque el gobierno del caso quiere impedir que se digan ciertas cosas. En cambio un gobierno totalitario va mucho más allá: necesita que se piense y se diga una sola cosa sobre cualquier cosa. En una dictadura (se puede documentar) pueden convivir diferentes visiones para distintos asuntos. El arte y la religión, por ejemplo. Lo que no la hace mejor ni preferible, por supuesto. En contraposición, un gobierno totalitario sólo admite una sola visión para todas las cosas. Empezando con el arte y la religión. En los totalitarismos sólo existe una fuente ideológica, de información y dirección: el Caudillo-Estado. El peor ejemplo, aunque modélico en su nefasta especie, es Stalin. Una dictadura no necesariamente se adueña de toda la prensa, aunque hace todo lo posible para controlar la información y la libertad de expresión. Un gobierno totalitario lo tiene que hacer y la manera más eficaz de hacerlo es apropiarse totalmente de la prensa. Huelga reiterarlo: ambos sistemas de gobierno son a cual más de infames.
 

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