Amancio Ortega

El revuelo causado por el partido Podemos y afines a raíz de las intenciones del empresario Amancio Ortega de donar al estado español unas máquinas para combatir el cáncer parece haberse suavizado luego de la resaca postelectoral. Elecciones tres en uno, que se dice pronto. Para mayor gloria de Pedro Sánchez, por supuesto.

Vayamos por partes:

-La llamada «sanidad pública» (sanidad estatal sería mejor, y no es gratis como creemos en nuestra incultura económica, sino que la pagamos con nuestros impuestos) no tendría posibilidades económicas de incorporar esas máquinas de última generación. Máquinas que sirven para salvar vidas, o al menos para intentarlo. Si el partido Podemos tiene información fidedigna de que Amancio Ortega está haciendo actividades ilegales, ¿a qué espera para denunciarlo? Policía, Guardia Civil, tribunales de justicia… Dicha franquicia chavista cuenta con abogados de sobra como para emprender un proceso jurídico contra el nombrado empresario gallego.

-Sea como fuere, yo creo que lo cortés no quita lo valiente. No se trata de «limosna» ni de «caridad» (conceptos que el marxismo, como buen «contracristianismo», pervierte cuando no le conviene), sino de un empresario que quiere donar al Estado un material que el mismo Estado ni tiene ni va a poder tener en mucho tiempo; porque entre otras cosas, es un sistema que por desgracia, está destinado a la quiebra y no estamos haciendo nada para remediarlo a tiempo. Es un sistema que se basa en la capacidad demográfica y de trabajo; capacidad que hemos perdido hace bastante tiempo, gracias al aborto masivo y al paro endémico, entre otras cosas. Pero en nuestra incultura económica, pensamos que el Estado es una suerte de Rey Midas que nos hace concesiones por nuestra cara bonita.

Incluso demostrándose que Amancio Ortega fuera lo que dicen Iglesias, Monedero y compañía, no veo yo por qué el sistema sanitario no debiera aceptar esas máquinas.

-En lo de pagar impuestos, volvemos a lo mismo de siempre: Se acusa de algo a Amancio Ortega (hasta fecha de hoy, sin demostrarlo) y sin embargo, le reímos la gracia al amigo que nos hace el trabajito en negro. Pero a ver, si el sistema fiscal español no fuera tan abusivo, ¿no impulsaría a más gente a tributar aquí? Que reitero: Que yo no sé si Amancio Ortega hace esas charranadas. Que eso hay que demostrarlo; y si se demuestra, pues al talego con él.

Empero, todos sabemos de un montonazo de gente que elude la fiscalidad o por sinvergonzonería o para sobrevivir y sin embargo, sólo nos fijamos en los «ricos». Como si los gerifaltes de Podemos no lo fueran.

Pero es más, y sin justificar a unos y otros: Si todos aquellos que conocemos no trabajaran en negro, ¿es que sería sostenible este país con esos porcentajes de desempleo? ¿No estaríamos matándonos por las calles y con los bares vacíos?

¿Pero es que no se ve la raíz del problema cuál es?

Lo que decía el gran intelectual Juan Vázquez de Mella: Tronos a las premisas y cadalsos a las consecuencias.

Pero con todo y con eso, a ver: Los ricos siempre se buscarán sus mañas. El abusivo sistema fiscal nunca lo pagarán los ricos, sino eso que se llama «clase media/trabajadora». ¿De qué te vale exigirle a las grandes fortunas más del 50% de sus ganancias, teniendo éstas todas las capacidades del mundo para pagar menos en cualquier otro lado del mundo? Joder, pues si se bajara ese abuso, a lo mejor atraíamos más pagos y hasta más inversiones; no que cada «autonosuya»/taifa/cacicazgo tiene una ley distinta, que esa es otra. Y eso sí, teniendo privilegiados que no pagan impuestos, que ya lo denunciara Quevedo en el siglo XVII:

«…sólo Castilla y León,
y el noble pueblo andaluz,
llevan a cuesta la cruz. «

Y nuestros rojipis, esos que hablan de defender a los pobres, sin embargo, bien que apoyan a las oligarquías derechistas y racistoides de cerca de los Pirineos aupadas por curas locos. ¡Todo sea por la hispanofobia!

Y por cierto, ¿por qué Echenique, ilustre vecino de uno de los barrios más pijos de la Villa y Corte, no pagaba la Seguridad Social a su empleada? ¿Es que ese, que está demostrado que hacía esa guarrada, sí tiene derecho porque aquí es «rico», «pobre» o «corrupto» quien nos diga el dictadorzuelo progre de turno? ¿Pero de qué van los chavistas ibéricos con esas ansias arrogantes de superioridad moral cuando ellos mismos son los más cantosos?

-Y digo yo, ¿los «iphones» (o como se escriba eso) que tienen los bolivarianos ibéricos, no llevan sangre del coltán de África? ¿No tienen cuentas corrientes en los bancos? ¿No tienen ningún abrigo de Zara? Me cago en la puta que parió a más de uno; se lleva uno meses y hasta años para comprarse algo de ropa y encima tiene que escuchar los ladridos de estos pijoprogres que van sacando pecho y tienen menos vergüenza que un cochino criado que leche…

Y ahora decidme que Podemos no tiene nada que ver con Venezuela. No, qué va. Por eso mismo que cuando yo vivía en Perú y sintonizaba «Telesur» no veía constantemente reportajes y elogios del mentado canal chavista a Podemos (aunque por último los consideraban traidores). Por eso mismo que no vi cómo llegaban a Lima miles y miles de venezolanos encanijados que vendían arepas por cada esquina; y cuando uno se paraba a hablar con ellos, no te preguntaban en ese dulce acento con retazos caribes, canarios y andaluces: «¿Ah, español? ¿Pero tú no serás de Podemos…?» Y por eso mismo yo no recuerdo cómo ya en el año 2000, en la Universidad de Sevilla, se creó un círculo bolivariano y se hacían conferencias cada dos por tres lavando la cara de aquel payaso y analfabeto que fue Chávez, el golpista fracasado de 1992 que llegó al poder en 1999. Id a otro perro con ese hueso. Ni a mí ni a muchos otros nos la dais, y entre esos «muchos otros», los 300.000 venezolanos que ya hay en España gracias a vuestros flamantes «superiores morales».

Y eso por no hablar de los muchos avispados que están todo el día apegados a los «Asuntos Sociales» de los ayuntamientos, «llorando» para que le den vales de alimentos y luego desayunando en las cafeterías, con sus buenos coches, sus buenos paquetes de tabaco y sus buenas casas y todo el día danzando por ahí… Es que hay que tener la cara dura.

Los que hablan del «bloqueo» (que no es bloqueo, que es embargo, y ya ni eso) de Cuba pero no se plantean que aquella dictadura que mantiene a su población a base de racionamiento alimenticio y permite la prostitución infantil entre muchas otras barrabasadas, sin embargo, sí que tenía dinero para ensangrentar El Salvador o Angola, entre otros.

Es que hay que ser hipócrita y mierda; cuando al final es lo de siempre: Que no hay más cera de la que arde y que de donde no hay, no se puede sacar.

Al final el revuelo de Amancio Ortega ha tenido un coste electoral. No creo que aprendan la lección, pero al igual que dije hace tiempo que no había que subestimar a Pedro Sánchez, hoy digo que no hay que dar por muerto a Podemos. Porque 40 años pudriendo cerebros desde el sistema educativo todavía dan para mucho.

Y ojo que muchos amigos cubanos y venezolanos nos advierten desde hace tiempo que España corre peligros preocupantes en cuanto a la «castrochavistización»; así como algunos amigos argentinos nos advirtieron en su día sobre quién era Bergoglio. Echemos más cuenta en los amigos/familiares del otro lado del charco, que cuenta nos trae para muchas cosas.

En fin, ya para terminar: Si la cantidad que ha ofrecido Amancio Ortega para combatir el cáncer, la hubiera ofrecido como donación en metálico a Podemos, ¡segurísimo que nos hubiéramos encontrado ante los mismos escrúpulos de la superioridad moral que les caracteriza!

¡Miau!

P.D.: Y ya en un tono más distendido, ni tirios ni troyanos se enteran de que con los gallegos no hay quien pueda.

-Antonio Moreno Ruiz

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