Es hora de decir que hechos como estos hay que eliminarlos, que fue un atentado contra nuestro patrimonio histórico, dice un comentarista del periódico Adelante
¿Dónde estaba todo el personal de seguridad que a esa hora debía de estar en el parque y en los centros de los alrededores? ¿Cuál fue la actitud de los trabajadores de la panadería? ¿Qué hizo el MININT que tiene una cámara de vigilancia precisamente enfrente de la estatua?
El clarín precursor de la carga que la epopeya recoge como el rescate de Sanguily, volvió a resonar 144 años después junto al monumento dedicado al Mayor General Ignacio Agramonte, levantado en el corazón de la ciudad de Camagüey.
En la mañana del jueves 8 de octubre, trabajadores y estudiantes se dieron cita a la sombra del Mayor en un acto de reafirmación ciudadana y evocación a nuestros símbolos patrios y a aquellos que enarbolaron las banderas de la dignidad. La sencilla ceremonia forma parte también de la jornada Camilo – Che a extenderse hasta el próximo 28 de este mes.
Amiara Barreras Fernández, Directora del Centro Histórico de Camagüey, tuvo a su cargo las palabras centrales de la agenda y destaco en ellas la simbólica fecha de aquella epopeya de los potreros de Consuegra protagonizada por el Mayor con un grupo de centauros, así como la relevancia de todas las páginas de historia siempre presente en nuestra sociedad.
El parque Agramonte, patrimonio del Centro Cultural Histórico de Camagüey, representa uno de los más valiosos y conocidos emblemas lugareños y por muchas generaciones ha sido escenario de importantes acontecimientos sociales que conformaron nuestra identidad ciudadana, de allí el respeto que se le profesa.
Autoridades del Partido en la provincia y el municipio, el Gobierno y la Oficina del Historiador estuvieron presentes junto al pueblo que entrego una corona de laurel a la figuras de la Patria, como ya es simbólico desde el 24 de febrero de 1912, fecha en que Amalia Simoni revelo el conjunto escultórico.
