El relato de la historia de esos 100 años se ha plasmado en un libro de edición limitada a 1.500 ejemplares. La celebración merecía un esfuerzo por parte de la Diputación, como señalaba en la rueda de prensa de presentación del libro el Diputado de Cultura, José Luis Bermúdez.
Sergio Rabanillo presidente de honor de la colonia zamorana en Cuba junto con Juan Andrés Blanco director de la UNED de Zamora reseñaban la importancia tanto del libro como del centenario. « Pocas asociaciones voluntarias cumplen un siglo y los apoyos que se han ganado han sido a pulso » comentaba Juan Andrés.
La colonia juega un papel muy importante ya que más de 30.000 Zamoranos se trasladaron a Cuba y más de 1.500 Zamoranos se fueron a la guerra para defender la colonia española. En 1914 ya existía el centro castellano y en 1915 se crea la asociación zamorana aunque es 1916 debido a los trámites cuando se hace oficialmente.
En la asociación y colonia no solo se ayudaba a los zamoranos de la propia colonia sino a los zamoranos que en Zamora lo estaban pasando mal.Los zamoranos en Cuba enviaron dinero en muchos momentos y la vinculación era directa y se mantuvo siempre.
A finales de los 80 la colonia tiene su resurgir ya que tras la guerra y el bloqueo americano las cosas se enfriaron, es tras ese momento cuando se triplican sus socios, hasta llegar a los 980 que hoy día pertenecen a la asociación y que han tenido que limitar. La colonia ha incrementado la valoración allí, y es un ejemplo en Cuba como recuerdo de lo que hubo y gracias a la presencia de los miles de zamoranos que allá habitaron y habitan.
« El cariño hay que pagarlo con cariño » señalaba un emocionado Juan Andrés Blanco que recordaba un viaje que hizo en los 80 buscando sus lazos con la colonia zamorana en Cuba. « Y había que ver la cara de los zamoranos en Cuba cuando volvían a probar los alimentos de Zamora, el pan blanco de harina de Castilla o el vino de las tierras de Toro, de Arribes, o de los Valles de Benavente ».
Sergio Rabanillo
El libro se escribió volviendo a recordar la etapa en los años 80. Ángel San Juan agregado a la embajada de Cuba ayudó a que la colonia siguiera viva y otro cónsul zamorano también ayudó y provocó que tras la llegada de Emilio Roncero y varios zamoranos la colonia volviera a ser un elemento de unión y actividad.
Del año 1989 al 2000 encontramos a más de 100 nuevos zamoranos que estaban despergigados por la isla y la Diputación que apoya a esta colonia hizo que se creciera exponencialmente.
En 1991 teníamos 4 actividades en el año ahora son 10 en el mes y gracias al dinero y los esfuerzos de la Diputación de Zamora la vinculación y la colonia en Cuba empezó a tener una gran relevancia entre las autoridades del país.
En el 95 las sociedades castellanas se movían al ritmo de Zamora y las sociedades españolas hicieron lo propio y todas las autoridades cubanas se mostraron mucho más abiertas a los españoles en Cuba, la actividad es mucho más cultural que asistencial en estos momentos, aunque gracias a la Diputación la colonia sigue creciendo y la asistencia a los más necesitados siempre es clave.
Las ayudas han ido logrando que la colonia zamorana en Cuba sea la primera en relevancia de todas las españolas representadas en la isla, concluyó un agradecido Sergio Rabanillo.
