Que el Partido Socialista, y en particular sus actuales dirigentes, no quieren saber nada de los españoles en el exterior, tanto los que tuvieron que emigrar recientemente por culpa de la crisis, como lo que lo hicieron el siglo pasado por idénticas razones, lo prueba el nuevo programa electoral publicado hoy.
En efecto, a pesar de lo que había anunciado Pilar Cancela, ninguna de las medidas anunciadas hoy incluye a la emigración ni sus problemas. De la misma manera, la anunciada, y siempre postergada, reforma del Código Civil, tampoco aparece recogida en las nuevas propuestas socialistas. Las mismas, hay que reconocerlo, se distinguen por un esfuerzo de claridad, acorde con los nuevos tiempos. No hay que negarlo: la gente no tiene tiempo ni ganas de leer los programas electorales. La presentación -muy cuidada- a ma manera de un powerpoint, despliega las diez medidas y una abreviada explicación de cada uno en dos o tres puntos. Cada acuerdo presenta el nombre del responsable que lo llevará a cabo en caso de triunfo. Sin sorpresa repetirían en el nuevo ejecutivo figuras ya presentes en el actual que seguirían con sus carteras, como la ya conocida Magdalena Valerio, conocida por imulsar el Plan de Retorno aprobado la semana pasada.
Los publicistas financiados con el dinero de todos los españoles que han trabajado para hacer “potable” este programa electoral 2.0, se lo han currado y merecen una medalla. Lástima que hayan puesto todo su talento a exponer las ideas de un partido que ha pactado con los golpistas y con otras fuerzas centrípetas que intentan romper lo poco que queda ya de la Madre Patria.
Parece increíble que ninguno de estos acuerdos incluya el tema de la natalidad y el de la repoblación de España con una emigración calificada desde América; un continente en crisis, cuyos descendientes desean volver. Un deseo que dificultan las restrictivas leyes de nacionalidad, vigentes en la actualidad. El año pasado se propusieron varias reformas, pero ninguna superó el trámite parlamentario, precisamente por la guerra de guerrillas que el Partido Socialista le declaró.
Ni en la versión corta de 10 ni en la larga con 110 se defiende el derecho de los descendientes excluidos. El único punto que toca el tema de los españoles en el exterior se refiere al tema del voto y la participación.
Tomamos nota.