Norteamérica: La expedición de Vázquez de Coronado

La expedición de Coronado, contemporánea de Hernando de Soto, partió hacia el norte desde México buscando las “ciudades del oro” de Cíbola y Quivira. Aunque no encontraron lo que buscaban, descubrieron las Montañas Rocosas, el Cañón del Colorado y las Grandes Llanuras.

Nacido en Salamanca hacia 1610, era hijo de un rico aristócrata, a pesar de tener una buena educación, no tenía perspectivas de heredar al ser el hijo menor, de este modo decidió embarcarse hacia el Nuevo Mundo en busca de un futuro más alentador.

La expedición hacia la Florida de Pánfilo de Narvaez naufraga en las costas en 1528, y de aquella gran expedición, una de las mejor preparadas a nivel económico y humano, sobreviven solo 4 hombres: Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, Alonso del Castillo Maldonado, Andrés Dorantes de Carranza y un esclavo llamado Esteban (Estebanico), estos 4 hombres atravesaron a pie durante 9 años el actual suroeste de USA y norte del actual México, llegando a Culiacan, Sinaloa, donde encontraron, por fin, una villa española. Mención honorífica merece Estebanico, quien inició la expedición como esclavo moro bereber y la termino como hombre libre católico, Estebanico, además, fue el primer hombre nacido en África que puso pie en lo que hoy son los Estados Unidos de América. Tras haber vivido 9 años entre indígenas americanos, transmitieron al llegar los rumores que habían escuchado de ellos sobre ciudades colmadas de riquezas más hacia el Norte de la actual Estados Unidos.

Ante esto, el fraile Marcos de Niza emprendió un viaje exploratorio en 1539 y regresó un año después hablando de las riquezas de siete ciudades de oro de Cíbola de las que había oido hablar durante su viaje.

Coronado no se lo pensó dos veces y decidió salir en busca de aquella leyenda. Acompañado de unos 300 españoles y cerca de 1100 indígenas, hubo de enfrentarse a los Zunis, tribu indígena de los actuales Estados Unidos, tras lo cual su decepción iba en aumento puesto que la expedición no lograba encontrar las famosas ciudades doradas. Así pues, decidió enviar hombres en distintas direcciones con el fin de cubrir más terreno y poder investigar un poco más sobre el rumbo adecuado a seguir.

Pedro de Tovar viajó a la meseta del Colorado y Garcia Lopez de Cardenas llegaron al Gan Cañon, siendo los primeros europeos en divisar aquel grandioso escenario.

Por su parte, Vazquez de Coronado pasó el invierno con los indios Tiguex, con los que acabó enfrentándose por la escasez de alimentos. En primavera siguió su camino, en esta ocasión hacia el este, sobre el río Pecos. Continuó su búsqueda por Texas, Oklahoma y Kansas, antes de desistir.

Decepcionado, decidió volver a su puesto como gobernador de Nueva Galicia, del que sería cesado dos años después debido a la investigación iniciada sobre su expedición, acusado de mala conducta. Dos años después fue indultado, aunque ya había sido cesado de sus cargos en Nueva Galicia.

Fuente: «Banderas Lejanas», de Fernando Martínez Laínez y Carlos Canales Torres (expuesto por Roma Alna‎ en The Hispanic Reconquest of American History).

https://www.edaf.net/libro/banderas-lejanas_87600/

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