A pesar de haber pasado ya tiempo de su retirada, el legado de Curro Romero en la tauromaquia es eterno. Ya en activo, se convirtió en leyenda. Y como dice su señora, él no lo buscó. Precisamente ahí radica la clave de ser un mito viviente.
Hermético, tímido; sin embargo, expresó la clase en el toreo como nadie.
Lo mismo ha sido requerido por los más ricos que por los más pobres. Generoso y afable con todos.
Como bien dicen sus hermanas, son muchos los chiquillos que apenas lo han visto en vídeo y que sin embargo, se mueren por hacerse una foto con él.
Quien tuvo la suerte de verlo en vivo y en directo, con eso se queda como oro en paño. Quien no, pues menos mal que existe youtube.
Un legado irrepetible. Un ejemplo, un espejo, un arquetipo.
Pasen y vean:
*Recuérdese: