Desde el Costa Fortuna anclado en Greenock hasta el Castillo de Stirling

                                   Foto; Detalle del techo de la Sala Del Trono del Castillo de Stirling

Greenock (Escocia), 1 de septiembre de 2022.

Querida Ofelia,

Comenzamos nuestra excursión con un tour panorámico por Loch Lomond y el Parco National de Trossachs, con sus encantadores paisajes bucólicos en los que el azul centelleante de las aguas se mezcla con el verde intenso de la vegetación salvaje.

La Naturaleza en Escocia ofrece bellísimos paisajes que me encantaron, como los de: Toscana en Italia, Asturias en España, Bretaña y Normandía en Francia, todos son muy hermosos.

Llegamos a la sugerente población de Stirling, situada en el centro de Escocia, que se jacta de un pasado largo y fascinante bajo la estirpe de los soberanos escoceses y que ha sido protagonista de algunos de los acontecimientos más importantes de la historia de la región, como épicas batallas, gestas heroicas y masacres sanguinarias.

Nuestro destino fue el magnífico castillo de Stirling, uno de los más grandes e imponentes de Escocia, erigido sobre un saliente rocoso desde el que se domina el valle en el que William Wallace, el famoso Braveheart, venció al ejército inglés con sus exiguas tropas en 1297.

Como los guías no pueden guiar al interior del castillo, recibimos una charla introductoria de nuestra guía -una simpática joven francesa que vive en Escocia- antes de ingresar al castillo.

Así que visitamos por nuestra cuenta el castillo para admirar la magnificencia de la arquitectura y sumergirnos en sus ambientes evocadores que nos devolvieron a los fastos de siglos pasados.

Atravesamos las salas del Royal Palace, el fastuoso palacio construido por el rey Jacobo V, ricamente decorado con motivos inspirados en el renacimiento italiano, frescos de colores brillantes y suntuosos ornamentos que reconstruyen los apartamentos del soberano y de la reina en la mitad del siglo XVI.

Todos los empleados estaban vestidos como en aquella época.

Entramos en el “King’s Inner Hall” donde admiramos reproducciones de las magníficas “Stirling Heads”, decenas de grandes medallones de madera talladas de la época medieval con retratos de reyes, reinas, cortesanos, caballeros, juglares, doncellas,  pero también emperadores romanos y héroes de la mitología clásica.

Terminamos el tour con una visita a la sala de los tapices, donde pudimos observar expertos tejedores trabajando en uno de los patrimonios de tapices medievales más refinados del mundo.

No desaprovechamos la ocasión para gozar de la espléndida vista de las Tierras Altas y las Tierras Bajas que nos ofreció la gran plaza del castillo, un paisaje encantador que pudimos fotografiar. Todas las fotos las puedes encontrar en mi perfil de Facebook.

«Las damas, los caballeros, las armas, los amores, las cortesías, las audaces empresas canto»… Como en un gran poema del pasado, esta cautivadora visita al castillo de Stirling parece hacernos revivir la magia de los siglos pasados con sus magníficos elementos decorativos, los frescos de colores alegres y los evocadores decorados.

Por último regresamos al puerto, sin poder hacer un desvío  por Glasgow, ciudad que posee un fascinante centro histórico dotado de un rico patrimonio artístico, cultural y arquitectónico.

Al entrar al barco, sonó la alarma debido al cinturón que llevaba mi esposa. Ella lo retiró y lo colocó en su bolso que olvidó cerrar. Tomamos el elevador lleno de turistas. Al llegar al camarote notó que le faltaba. Durante varios días llamó por teléfono al servicio de objetos encontrados, pero nada, el o la que lo “encontró” lo conservó quizás como souvenir.

Disfrutamos en el teatro del espectáculo “Kings and Queens”, de Donna Summer a Queen, los grandes clásicos de las reinas y reyes de la música pop y del rock. Terminamos la noche con la magnífica “Fiesta de la Noche Blanca”, en la que todos tuvimos que ir vestidos de blanco. Nos divertimos mucho con personas españolas, francesas e italianas con las cuales hemos simpatizado desde que comenzó este bello crucero.

A las 8 p.m. el Costa Fortuna zarpó rumba a Invergordon.

Son las 12 p.m. y te estoy escribiendo en la tableta de Marta sentado en el balcón de nuestro camarote bajo un cielo estrellado.

Un gran abrazo desde La Ciudad Luz,

Félix José Hernández.

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