Cuando me explicó Mar, la guapa joven que aparece en la foto, junto al tipo de vehículo, en qué consistía su gran aportación desinteresada, sin tintes de religión, o secta alguna; sino simplemente de ayuda a los demás, pensé que todavía hay esperanza para la Humanidad por mucho que se empeñen en redimirnos desde las religiones, y en darnos calidad de vida los bancos y sus esbirros los políticos modernos.
Gente voluntaria, pertenecientes a una organización laica, Zancadas Sobre Ruedas, propietaria de un medio particular de transporte individual, al parecer inventado en Francia, permite a las personas impedidas que desean subir a parajes singulares para ellos y sus posibilidades, que gentes voluntarios se ponen de acuerdo y cumplen, desinteresadamente, el deseo de la persona que anhelaba tal cosa. Eso sí, sin antes sacarle el voto, como hacen desde organizaciones de las llamadas pías, para los partidos políticos que tienen su central en el cielo y las delegaciones territoriales en la Tierra.
Gentes así contrastan, se dan de lleno, en contra de organizaciones tan llenas de patria, raza, y rezo, como puedan ser las que patrocinan los genocidios que estamos presenciando indiferentes en nuestra actualidad, detrás de los cuales siempre están los “intereses sajones”, ahora ampliados por gente que tienen los “ojos rasgados” y que, por lo menos, son partidarios de la sanidad universal, y no les gusta, por el momento, los genocidios al estilo y frecuencia de los “rubios”.
Y todo, porque aunque los medios de comunicación, las poderosas televisoras, les dediquen décimas de segundo a los citados genocidios actuales, y saben que si los exponen más tiempo aburren a sus televidentes, y los anunciantes deja de contribuir con sus anuncios para que la desinformación continúe haciendo la bola más grande y, como todo lo que no tiene un control real, explote, al final pasará.
Pero si existe gente como la que se integra, sin raza, rezo ni razón, oficialmente, en Zancadas Sobre Ruedas, caben esperanzas de que Sociedades Hispanas, gentes hispanas, de la gente española tiene uno series dudas porque está hipotecada al televisor en grado sumo, se puedan desprender de los intereses sajones; mandan al quinto carajo los valores y las hamburguesas con patatas fritas de la bárbara familia EE.UU-Inglaterra, y cojan, por ejemplo, los estatutos vigentes y hermosos de las Cajas de Ahorros Españolas pre-políticos ladrones, y vayan dando pasitos hacia adelante culturizando a la gente.
El simplificar los genocidios en lo prehispano o en lo de Alemania, cuando los hemos tenido numerosos y abundantes patrocinados por la familia bárbara EE.UU- Inglaterra, con la colaboración desinteresada de Bélgica o Francia, por citar algunos países blancos blanquitos, nos puede llevar desde Filipinas, hasta Ruanda y Burundi, pasando por Paraguay, Congo y muchos lugares actuales del llamado Oriente Medio actual, donde la vida vale muchos menos que un buen pañuelo para un turbante.
Existe una realidad que está tomando cuerpo entre algunos jóvenes y gente de mucha edad, que los unos están entendiendo que no pueden esperar llegar a ser buenos siguiendo las normas de conducta que utilizan los “buenos” y tienen que crear las suyas propias, prácticas y alejadas de la hipocresía imperante.
Y luego está el convencimiento al que se llega de viejo por parte de algunos, que se entiende que el vivir sin trabajar: sin generar algo beneficioso para la colectividad, es un atropello universal que hay que erradicarlo de una puñetera vez del Universo.
Salud y Felicidad. Juan Eladio Palmis.
COMO HILO FINO
Se está estrechando
todo,
tanto;
que solo queda
el paso
por donde puede pasar
el hilo fino
que utiliza
para mover,
el embaucador
de las cosas
de los diarios.
Y todo lo demás,
de un modo atolondrado,
sin repuesta,
sin casi preguntas,
va hacia atrás
y no parece temer
a nadie
el retroceso.
La generación
inteligente,
la que también dicen
la mejor preparada,
no sabe distinguir en vivo
gallina de gallo,
toro de vaca,
pero, sin verlo,
conocen un virus
porque se lo han enseñado
y lo aprenden.
Y nadie apaga
teléfono y televisor,
ni cuando van al campo.
No creo,
que alguien que procede
así
sea inteligente
y esté preparado
para la realidad
de la vida,
digan lo que digan
los medios
Infectados.