Volver con España aunque España no quiera

Inventarse una idea de volver con España de la nada, es revolucionario. Y una idea revolucionaria, un pensamiento tan controversial, solo puede concebirlo un revolucionario de personalidad controversial. Una vez establecida la idea, existe la norma, y pueden sumarse los diplomáticos y eufemismos. Pero yo NO soy lo ultimo, NO sigo caminos, yo soy mi propio camino, yo solo y quien quiera seguirme. El problema con ser así es que terminas clavado en una cruz o encadenado como Cristóbal Colón. Ya después aparecerán los Luteranos a tergiversar o los Vespucio a ponerle nombre a los continentes que tú descubriste, así es la vida.
Por tiempo reciente he dejado que otros moderadores expongan aquí su visión del autonomismo, y es saludable, al final la libertad de expresión es fundamental. Pero también expresar la mía es una obligación para que tenga continuidad el Autonomismo Puertorriqueño. He aquí lo que pienso de los recientes temas…
Sobre usar las imágenes de Ramón Emeterio Betances, Pedro Albizu Campos y otros nacionalistas o ajenos a nuestra ideología: Puede ser que moderadores de otras latitudes externas a Puerto Rico desconozcan estás figuras, pero la realidad es que Ramón Emeterio Betances fue quizás el peor enemigo que tuvo España en el Siglo XIX. No solo pagó un grupo de invasores venezolanos en 1898 en Lares que hoy el gobierno colonizado puertorriqueño llama «Grito», sino que también en el balneario de Santa Águeda Mondragón, Guipúzcoa, el 8 de agosto de 1897 le pagó al anarquista italiano Michele Angiolillo para que matara al Primer Ministro de España, Antonio Cánovas del Castillo. Una vez eliminado Cánovas del Castillo, Práxedes Mateo Sagasta (fue un destacado masón, grado 33 y gran maestre del Gran Oriente de España) subiría al poder. Y ya el resto es historia, a falta de armamento, barcos y submarinos como el inventado por Peral, España perdería la Guerra Hispanoamericana, y Betances, Sagasta y los Estados Unidos, todos igual de masones saldrían ganadores.
Con Albizu Campos no es nada diferente, fue de otra época, pero autor de uno de los más grandes disparates ideológicos de la historia. Equiparar la autonomía con la independencia, o verla como un paso afirmativo hacia ella. Nacionalismo puro, y el nacionalismo sea puertorriqueño o español, es adoctrinación política. Afirmó Albizu que en el Tratado de París NO estuvo representado Puerto Rico. Eso es su mayor disparate, Puerto Rico SÍ estuvo representado, porque allí estuvo España. Ahora, si Puerto Rico hubiera sido una república independiente ya hubiera sido otro cuento. La soberanía de Puerto Rico con Carta Autonómica o sin ella, recaía en el mismo lugar, en Las Cortes Españolas, porque era Autonomía, NO independencia. Así pues, Albizu Campos fue otro detractor nuestro, fue enemigo, NO aliado. Quizás la única figura del pasado que podemos asimilar como nuestra fue Ramón Baldorioty de Castro, y en menor medida Luis Muñoz Rivera… pero ese es otra historia.
El segundo tema es la crisis económica que enfrenta la isla. Es mi visión que la Universidad de Puerto Rico es quizás la PEOR inversión que hace el Gobierno. La educación es buena, pero cuando tú gastas para que el 85% de esos estudiantes se vaya con sus diplomas hacia los Estados Unidos, pues estás desperdiciando todos esos millones. En un país sin agricultura, donde más del 60% NO trabaja, usted necesita invertir en motores, NO en ingenieros mecánicos. 300 abogados con doctorados se gradúan todos los años; ¿Para que? Si solo tenemos 78 municipios y todavía menos tribunales. Todo ese gasto solo sirve para beneficiar el mercado laboral de los Estados Unidos, allá pagan contribuciones, aquí NO. De las once (11) instituciones universitarias publicas, yo cerraría nueve (9). Al final NO nos beneficiamos ni en un 20% de ese gasto exorbitante. Necesitamos obreros y jornaleros dignamente remunerados, porque espacio para tantos profesionales altamente calificados NO tenemos.
Dentro de ese tema está ese 60% desempleada. Una minoría NO puede mantener a la mayoría, y encima dentro de esa minoría también mantener al gobierno que no está dentro de la estadística de desempleados, pero que igual nos cuesta. Porque el empleado publico NO contribuye al país, sino que le devuelve a Hacienda lo que ya le habían dado, NO crean riqueza ni añaden capital nuevo. Bien, pues ya el gobierno no puede seguir con la estrangulación de la clase que mantiene al país. De un 0% de IVU en una década ya va por el 12% redondeado. La administración pasada puso más de 80 nuevos impuestos y la actual va por el mismo camino. Ayer fue la crudita, hoy es el CRIM. Ya nos quieren quitar lo único que tenemos, hasta nuestras casas.
Creo firmemente en que si bien NO podemos mantener el gigantismo gubernamental, menos podemos mantener una mayoría del pueblo parasitaria. Y es que si bien la Sección 8 y los cupones de alimento son fondos federales que la mayoría aquí no paga, también es cierto que los subsidios de electricidad, agua y los recursos de educación, salud, carretera e iluminación que usan y por los que NO pagan, nos han llevado a esto. El gobierno TIENE que atender este desequilibrio fiscal. Ya no solo es el gasto de los municipios, legislatura y sinnúmero de procuradoras y agencias caníbales que existen, tenemos que crear conciencia y dejar el ¡ay bendito!
Procesos existen, la Sección 8 y Cupones (Wellfare) son programas federales, el traslado (transfer) de esos beneficios hacia cualquiera de los 50 estados existe. Ese estilo de vida es criatura de los Estados Unidos, pues que ellos breguen con el resto de los gastos que eso produce. El facilitar y provocar el traslado de los beneficiarios de la caridad publica hacia otras jurisdicciones que SÍ están en posición de ofrecerles mejores oportunidades, beneficiaria no solo a Puerto Rico, sino a esas mismas personas. Ah, y habrá quien diga que hay viejos y discapacitados en ese sector, pues más oportunidades y programas de ayuda allá tienen. Aunque creo que nuestra prioridad deben ser los que SÍ pueden trabajar pero no lo hacen.
Puerto Rico tiene retos extraordinarios, y retos extraordinarios requieren soluciones revolucionarias, soluciones controversiales. Podemos también hablar de la Autoridad de Energía Electrica y otras corporaciones ineficientes, pero esas son cosas que sabemos que hay que reformar y abrir a la libre competencia privada. En fin, claridad ideológica, conocimiento histórico y política económica… soluciones controversiales, porque lo que consideran normal nos llevó hasta esto.

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