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Tras las huellas de Napoleón durante la escala del Costa NeoRiviera en la Isla de Elba

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Foto: Lecho de Napoleón en la Villa dei Mulini, Portoferraio.

París, 7 de septiembre de 2019.

Querida Ofelia:

Durante la noche del 20 de julio de 2019, navegamos a lo largo del mar Tirreno con rutas noroccidentales. A primera hora de la mañana, alrededor de las 6 a.m., pudimos vislumbrar la costa sur de la isla de Elba. Luego navegamos por la parte oriental de la isla pasando por el Canal Piombino, que toma su nombre de la ciudad del mismo nombre, que veíamos a babor. Luego comenzamos nuestro acercamiento a Portoferraio desde el norte, y finalmente alcanzamos nuestro punto de fondeo.

Capital y principal puerto de la isla, Portoferraio tiene poco menos de 12,000 habitantes. Ciudad de orígenes antiguos y conocida como Porto Argo en las narraciones mitológicas, desde la época etrusca-romana se llamó Fabricia en referencia a las antiguas obras de hierro y acero presentes en la zona. Siglos después de su fundación, Portoferraio aún conserva su antiguo encanto renacentista y sus poderosas murallas.

Comenzamos con una visita a la dársena de Portoferraio, con sus embarcaciones, sus animadas cafeterías y sus tiendas exclusivas. Atravesamos la Porta a Mare y llegamos al museo napoleónico de la Villa dei Mulini, la residencia destinada a la vida pública y de representación del emperador corso durante su exilio en la isla con su hermana Paolina. Aunque la casa es grande, bella y desde su jardín se aprecia una vista espléndida de la ciudad, debe de haber sido muy impresionante para Napoleón el encontrarse tan lejos del esplendor de los palacios parisinos en los que había vivido. De allí escapó, desembarcó en Francia y renació como emperador al huir del actual Louvre Louis XVIII, hermano de l decapitado Louis XVI. Pero todo sabemos que con la derrota de Waterloo lo enviaron al destierro a Santa Elena, una isla muy lejana frente a las costas africanas, en donde murió.

Paseando por la parte más antigua de la ciudad, admiramos las Fortezze Medicee fortalezas construidas por los Médicis y el fuerte Stella, situado junto al mar, en lo alto de un empinado promontorio. La visita siguió con el Teatro dei Vigilanti, de época napoleónica, donde escuchamos un pequeño concierto de famosas arias italianas. Al final de la representación, nos esperaba una visita a la Enoteca della Fortezza, de estilo slow food. Es un verdadero tesoro escondido, con una excelente propuesta gastronómica y situado en un escenario único: la cueva de la Fortezza dei Medici, del siglo XV, una fortaleza construida por Cosme de Medicis, Gran Duque de Toscana, que domina la extraordinaria vista del casco antiguo y del golfo de Portoferraio.

Continuamos por la pequeña isla encantada de Elba, en la que recorrimos sus lugares más atractivos y exclusivos. La primera etapa de esta visita nos llevó a Marciana Marina, donde hicimos un relajante recorrido por el paseo marítimo a la sombra de los tamariscos. Para conocer más a fondo las peculiaridades del territorio, hicimos una degustación de vinos DOC de la isla de Elba y una visita al laboratorio artesanal de la marca Profumi dell’Elba. Posteriormente, descubrimos la histórica localidad de Marciana, de la que admiramos el romántico corazón medieval y donde degustamos un aperitivo a base de especialidades locales. Pasamos por la costa occidental de la isla, atravesando localidades marítimas pequeñas y pintorescas. Después de una breve pausa fotográfica, nos dirigimos a la localidad de Marina di Campo. En tiempos fue un pequeño pueblo de pescadores, pero hoy en día es una de las localidades turísticas de más renombre, seguramente porque cuenta con la playa de arena más larga de la isla. Desde Marina di Campo, la ruta sigue hacia Porto Azzurro, por la carretera panorámica que bordea el golfo de Lacona. Cuando llegamos a Porto Azzurro, pudimos pasear por esta animada localidad marítima, que recuerda Saint-Tropez o Portofino, aún hoy en día representa una importante atracción turística. La última parada que hicimos antes de volver a Portoferraio fue en San Martino, en donde visitamos el bello palacete Villa Napoleone, que fuera lugar de descanso de Napoleón III. Desde él la vista de la isla es espectacular. Hicimos una breve visita a las excavaciones de la Villa Romana delle Grotte, situada en un promontorio asomado al golfo de Portoferraio. Desde allí apreciamos las Fortezze Medicee y nuestro barco amarrado en el puerto.

Fue un día soleado, con +26°c.

Esa noche fue muy animada a bordo, disfrutamos del espectáculo “Radio” en Il Teatro Ravello con los cantantes Ronan y Sharika, junto a los bailarines del barco. A continuación hubo varios bailes en las distintas salas de bailes, alrededor de la piscina, etc.: “Tropical Night”, “El sombrero loco”, “Tutti i Frutti”, “Tropical Party”, etc.

 Al regresar a nuestros dos camarotes tuvimos una agradable sorpresa, sendas bandejas de dulces con fresas naturales y una elegante tarjeta donde se podía leer:

“Costa NeoRiviera, 21 de julio de 2019.

Estimada familia Hernández,

Le deseamos un buen regreso a casa y le agradecemos por haber pasado un crucero a bordo de Costa NeoRiviera,

Claudia Pérez

Guest Relation Manager”

Durante toda la  noche el Costa NeoRiviera continuó el viaje hacia Savona, la cual sería nuestra última escala. Sobre ella te contaré en la próxima carta.

Un gran abrazo desde La Ciudad Luz,

Félix José Hernández.

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