En Uruguay han sido alrededor de diez mil las personas que adquirieron la nacionalidad por la llamada Ley de Memoria Histórica, aunque la previsión en 2007 pronosticaba que podían superar las cien mil las que tenían derecho. Pero los inconvenientes de la redacción y el plazo de la ley provocaron que aún hoy existan quienes esperan para adquirir la nacionalidad española.
Cuando fue aprobada la Ley de Memoria Histórica, el cónsul general, Juan María López Aguilar, comentaba que se esperaban entre 100.000 y 150.000 solicitudes para lo que preparó en los primeros meses del 2008 una carpa donde trabajaban el personal del registro civil y trece contratados para la ocasión, ya que no darían abasto.
Esto ocurrió tal cual en los primeros días en los que unas trescientas citas se despachaban diariamente, aunque con la característica de que no todos tenían toda la documentación y por ese motivo muchos se marchaban del Consulado sin haber iniciado el trámite.
Luego bajaron a unas 130 las citas diarias y ya el plazo para ellas se reducían en menos de un mes, pero ya se había alquilado una casa a metros del Consulado, donde se instaló toda la sección de registro civil para atender con total comodidad a la avalancha esperada.
Al final, fueron unos diez mil los que culminaron el procedimiento en los tres años que estuvo abierto y que cumplieron todos los requisitos para conseguir la nacionalidad española, lo que significó menos del 10% esperado.
Miguel Pérez, consejero del CRE explicó que “había muchos requisitos que se precisaban y documentaciones que no se conseguían en tiempo y forma, ya que no todos los lugares donde pedir las partidas de nacimiento en España estaban digitalizados, además de que muchos que tenían derecho no se enteraron de ello”, aseguró.
Inconvenientes
En aquellos años fueron los agrupados en la asociación Hijos y Nietos por la Nacionalidad los que más bregaron por conseguirla, pero una vez aprobada ni sus recomendaciones de que los solicitantes tuviera paciencia ante los engorrosos trámites y la respuesta negativa a muchos casos, llevaron a que ni con el año de prórroga se lograran las cifras esperadas en Uruguay.
En 2007 el cónsul López Aguilar organizó una reunión informativa a la que concurrieron dos centenares de interesados por el tema de la nacionalidad. Allí instó: “Aunque a ustedes les parezca que no tienen derecho, pidan la cita igual y presenten todos los papeles, que nosotros veremos después de estudiarlos si tienen derecho o no”.
Una de las luchadoras de principios de este siglo integrante de Hijos y Nietos de Uruguay, fue Mirta Araujo, que hoy recuerda que “CeDEU (Centro de Descendientes de Españoles Unidos, sucesores de HyNe), surge por los casos que quedaron fuera de la Ley de Memoria Histórica como son los nietos de mujeres españolas de origen casadas con un no español y que hayan perdido su nacionalidad; los hijos mayores de edad como en mi caso que tengo dos hijos que no pudieron obtener la nacionalidad porque tenían la mayoría de edad”.
Recordó el caso de una nieta de asturianos que cumplió la mayoría de edad dos días antes de que se reglamentara la ley, y no pudo conseguir su ciudadanía.
Por otra parte, también quedaron fuera “los nietos de españoles de origen que los obligaban en el país de acogida a nacionalizarse, y los nietos de españoles que no ratificaron la nacionalidad cuando cumplieron la mayoría de edad”.
Mirta indicó que “mi madre no aparecía inscrita en el Consulado, la única de todos los hermanos, y no creo que mi abuelo no la hubiera inscrito” sino que “en el Consulado en aquellos años se anotaban en libros, y al digitalizar los datos se cometieron muchos errores. Nosotros los comprobamos, pero hubo mala voluntad del Consulado español en Uruguay de buscar esos libros, por lo que tuve que hacer una inscripción póstuma de mi madre que la ley y el instructivo me lo permitía. También presente a mis hijos y no los admitieron porque eran mayores”.
Aseguró también que “increíblemente hoy no está hecha aún la inscripción póstuma en el Consulado y la estoy reclamando en Madrid y aún no me contestaron. La trampa de esto es que mi abuelo fue emigrante, pero si ellos hubiesen inscrito a mi madre como correspondía, tendrían que haber aceptado a mis hijos bajo el régimen de la Ley de Memoria Histórica. Esa trampa la hizo el Consulado español en Uruguay y la hicieron todos los consulados, la hizo el Gobierno español”, aseguró Mirta Araújo.
Pidió poder expresar su experiencia en España, donde vivió tres años para conocer sus raíces, conocer familiares y para ello trabajé para sostenerse. Pero “en la casa donde alquilaba una pieza y cuando voy a empadronarme me dicen que “tú no eres española porque naciste en Uruguay”, a lo que le dije que sí era española, que tenía mis documentos españoles. Existe esa discriminación en España, yo la viví. No es lo mismo ser española naciendo en España que habiéndola adquirido de tus padres”, afirmó.
Sólo el 10% de los uruguayos con derecho a la nacionalidad española pudieron obtenerla
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al final no se cumplio lo que decía la ley, y muchos de los nietos que su abuelo conservo la nacionalidad hoy en la habana le están negando el derecho, cuando en la ley decía nietos cuyo abuelo tuviera la nacionalidad española en el momento de nacer sus hijos.
Y para colmo yo pedí el alta consular de mi abuela, porque ella recupero su ciudadanía, y sus certificados de nacimiento llegaron casi vencidos. Yo tube que pedirle un nuevo certificado de nacimiento y como no pague los 40cuc por la izquierda que fueron a pedir a casa de mi abuela, cuando mi madre fue a recogerlo no estaban aun, por culpa del «huracán» fue de nuevo y nada y finalmente una amiga tuvo que recogerlo.
Ahora después de un año de haber hecho el tramite yo pregunte por su alta consular no me responden, pregunte de nuevo me dicen que mande la foto del carnet de identidad. Y ya mandaron a un señor a proponerle el alta consular a cambio de 40cuc.
Ya le dije claro a mi mama cuando vayan de nuevo échale los perros y llámale la policía. Ya basta de ir robarle el dinero a mi abuela que yo tengo que vérmelas duras para enviárselo para que coma.
Yo no les he acusado porque aquí en España la ley no existe, porque yo tengo hasta mensajes de textos de personas que si pagaron los 40cuc y resolvieron. Pero seguro mandan a otro de sus colaboradores clandestinos a pedirle plata a mi abuela de nuevo se las va a ver mal su mensajero, va ha saber que es una encerrona gallega, con diente de perro y cuje de marabu incluidos.
lo que pasa en ese consulado no tiene perdón, pero usted debería denunciarlo, al menos ante el defensor del pueblo, si tienes las pruebas, hágalo, ya va siendo hora de que ese consulado deje de abusar con la gente…