El Embajador de España en Cuba, mucho postureo, poca acción. Buitrago de Benito acudió el pasado domingo al aniversario 125 de la Sociedad Benéfica Burgalesa. Durante el día hubo una Misa solemne en la Iglesia Cristo del Buen Viaje y a continuación se pudo disfrutar de actividades culturales en el antiguo Centro Gallego de La Habana.
Desde junio de 1893
La Sociedad Benéfica Burgalesa se fundó el 29 de junio 1893 y siempre tuvo como principal divisa el apoyo moral y económico de todos los burgaleses residentes en Cuba o en la provincia de Burgos, lo que no excluyó ni a los emigrantes ni a los descendientes de otras provincias de España.
El adjetivo Benéfica se ha respetado y se ha hecho cumplir en todas las acciones que esta institución ha desarrollado, la entidad se enorgullece de poder asegurar que todos los burgaleses necesitados que han acudido en demanda de auxilio ante esta Sociedad han sido socorridos.
Sería larga la lista de los nombres de los emigrantes que pidieron ayuda para regresar a su lugar de origen, pues no pudieron abrirse camino en esta tierra cubana, y fueron atendidos con la delicadeza de entregarles ‘unas pesetas’ para que no llegaran a sus casas “con las manos en los bolsillos”.
Se pusieron en contacto con los administradores de las distintas Casas de Salud, para que si en sus respectivas instituciones existía algún enfermo natural de la provincia de Burgos y no se hallaba al corriente del pago con sus recibos de mes, que se sirviera comunicarlo a esta Sociedad para por cuenta de la misma recoger los recibos, también se ocuparon de dar la triste noticia del fallecimiento de los que descansan en suelo cubano a los familiares que se quedaron en la tierra que los vio nacer.
Ayuda a su tierra natal
En la nómina de los beneficiados también están incluidos los paisanos recluidos en los asilos de ancianos, pues hasta ellos llegaba siempre el aguinaldo de la Sociedad a fin de año.
Tampoco olvidaron a los que necesitaron ayuda en la tierra natal y contribuyeron a muchas obras benéficas, otorgaron premios a la enseñanza y socorrieron a las víctimas de catástrofes naturales y militares.
A Cuba, la tierra que los acogió y donde fundaron sus familias, no la olvidaron y ayudaron a erigir monumentos y a socorrer a las víctimas de fenómenos naturales como los famosos ciclones de 1926 y 1944.
Para toda sociedad española es motivo de orgullo poseer un panteón donde descansen sus socios, la Burgalesa no es una excepción y con el apoyo de todos erigió su Panteón Social en 1924, al que hizo sucesivas ampliaciones. A partir de 1949 se instituye la costumbre de colocar una ofrenda floral el Día de los Difuntos y de celebrar una misa en el Panteón.
Sociedad Benéfica Burgalesa, 125 años, 60 mareando la perdiz
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