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Simón Bolívar Palacios

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El Libertador Simón Bolívar, como muy poco, molesta ahora y jodió mucho entonces, porque fue un personaje impertinente, osado, que bajo ningún aspecto aceptaría sin afearles la conducta a todos esos peleles directivos presidentes actuales de las repúblicas de la América Española.

El Libertador Simón Bolívar, como muy poco, molesta ahora y jodió mucho entonces, porque fue un personaje impertinente, osado, que bajo ningún aspecto aceptaría sin afearles la conducta a todos esos peleles directivos presidentes actuales de las repúblicas de la América Española, que ponen incondicionalmente sus territorios y países bajo las garras de los Usas, a cambio del puto dinero, generalmente para sus bolsillos particulares, y a sus pueblos, al más puro estilo del gallego Rajoy español,  que les vayan dando.
Un foto que recientemente se publicó en este medio, era de lo más elocuente y expresiva, y vale por muchas palabras que servidor pueda imprimir. En ella se veía al culto e inteligente Presidente actual de los EE.UU. al servicio solo del dinero de las multinacionales, firmando un documento, sentado, y a su alrededor todos los presidentes de la América Tostada que cabían en la foto, babeando, sonriendo, de pie, ofreciendo pleitesía, y como diciéndole a su cacique ¿de lo nuestro qué, señor presidente? Algo vergonzoso y denigrante.
Decía San Martín, que el obispo era él. Decía José Martí, en palabras cultas, que los “rubios del norte” eran unos mala ostia para los cubanos y para la América en general. Decía Bolívar, que no puede haber república donde el pueblo no esté seguro del ejercicio de sus propias facultades. Y, hoy por hoy, todos los intentos de la América Tostada de regodearse en la indignidad, empezando por sus latigueros autóctonos que los llenan sus pueblos de pellizcos de monja, seguidos de los aplausos de los interesados en sus patrimonio particulares, se está logrando todo, y dibujan el panorama más triste, desolador, sucio y humillante desde que el continente comenzó con fuerza a ser puteado por la cruz y la espada que arribó
A la vista de todos nosotros operan tres agentes activadores de alta, concentrada e inculta manada: sonriendo victoriosas las multinacionales, la desinformación, y unas religiones metemiedo que no quieren que las gentes pasen más allá de la idolatra competitividad milagrera entre los palos secos con peluca.
Como la verdad no tiene nada más que un camino, personalmente siento mucha rabia y escozor cuando a gente de la gran categoría del libertador Bolívar, se le trata de asesino y se intenta mediante la desinformación de que fue anticanario, o antihumano, con la brutalidad de un hombre sin cultura y salvaje.
Cuando se intenta ladinamente enfrentar a la gente canaria con el libertador, como si Bolívar hubiese sido un represor del estilo de Franco y el franquismo en las Islas Canarias, es necesario escuchar y leer al eminente historiado canario Ramiro Rivas Garcia, y no olvidar que Bolívar estaba ante una lucha abierta contra el santo, pero inculto y salvaje, imperio español y sus caciques, y el franquismo solo intentó, y de momento lo tiene logrado, que los jornales del obrero valgan lo que el patrón quiera.
Atendiendo al historiador canario Ramiro Rivas y al franquismo en las islas del que apenas se habla.
¿A qué HISTORIA se refieren?
¿Se refieren a la del saqueo de nuestra tierra, a la de la explotación y opresión de nuestro pueblo, a los interminables años de miseria, hambre, enfermedades, humillaciones, torturas, que para escapar de ellas nuestros parientes, nuestros vecinos no tuvieron otra salida que lanzarse al mar en su desesperación rumbo a Venezuela…
¿Qué ocurrió en el periodo que empieza el 18 de julio de 1936, en que Franco y la burguesía tinerfeña se sublevan contra el poder legitimo y democrático de la República e inician la guerra civil; y termina con el asesinato del obrero lagunero ANTONIO GONZÁLEZ RAMOS *, en septiembre de 1975, unas semanas antes de la muerte del Dictador?
Este periodo represivo se prolongaría hasta el once de diciembre de 1977, fecha en la cual el joven estudiante grancanario JAVIER FERNÁNDEZ QUESADA *, fue tiroteado y muerto en la entrada del edificio principal de la Universidad de La Laguna.
Los hechos más evidentes de la violenta contrarrevolución en las Canarias Occidentales -Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro- constatan que hubo unos dos mil desaparecidos de los que 1.650 fueron asesinados en Tenerife.
La situación de hambre, paro y miseria se generalizó durante los veinticinco años siguientes a la terminación de la guerra.
Si uno le pregunta a un canario, según anota de continuo el gran historiador de aquel hermoso archipiélago Ramiro Rivas García, sobre la rebelión de los curas-milico-caciques, dirá, fruto de la propaganda, que la guerra, la rebelión, no pasó por el archipiélago, y los 4.000 exiliados y más que pudieron irse, las 3.000 personas asesinadas, y las más de  5.000 que se pudrieron en la cárcel, fue algo provocado por un alisio que sopló frío.
Este invierno, que en invierno es cuando me da más frío leer las tenebrosas brutalidades del franquismo, espero poder hacerme y leer el libro de Rivas García: “Tenerife 1.936”. Y mientras, cuando hablen mal de gente como Bolívar o el Che, pensar que no se sabe de caballo que acepte en su lomo gente que no sepa galopar.
Salud y Felicidad. Juan Eladio Palmis.

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  1. VOCES
    Por el otoño arriba
    que es una cuesta
    que no da
    respiro a la vida,
    las voces de revolución,
    de igualdad,
    se escuchan a menudo,
    no hablando por hablar,
    como se ve
    en el sin afán,
    al parecer
    más entretenido,
    de hablar del tiempo,
    de la lluvia
    o del frío,
    o del otro tiempo
    pasado,
    vivido,
    por una juventud
    que nada valora
    lo tenido.
    Cacareando,
    como gallinas cluecas,
    sin nido
    y sin sentido,
    las voces
    que escucho
    en la cuesta
    de mi otoño invierno,
    o del tuyo,
    compañero,
    camarada,
    amigo,
    no son voces nuevas,
    ni inteligentes,
    porque son voces gastadas,
    perdidas,
    ausentes
    hasta de nosotros mismos,
    que en alguna casa
    tenían que sonar:
    sonar y tener sonido
    en su sinsentido.
    Por eso,
    porque saben
    los poderosos
    que tú y yo,
    más que otros,
    andamos de alquilado
    sin apenas la propiedad
    del contenido
    que contiene a todos
    y a cada uno
    de nuestros sentidos,
    vienen,
    otoño invierno arriba
    hablándonos de tiempos:
    de gélidos fríos,
    de calores de abraso,
    como si nunca más
    capaces fuéramos
    de engendrar
    un nuevo Che,
    un nuevo Fidel,
    y un montón más
    de bolivarianos Cháves,
    que radiantes y frescos
    como primaveras recién levantadas
    de sus camas del tiempo
    vinieran a llenar
    enteros,
    hasta la más perdida
    revuelta
    de nuestros gastados
    y sumisos sentidos,
    y caminos callejeros.
    La revolución
    está a la vuelta.
    Ayer mismo la vieron,
    la vimos,
    en el silencio
    y en la mirada
    de un niño pobre
    y mal vestido,
    justo y juntito
    a mi propia puerta,
    rodeado
    de hombres vulgares
    y mezquinos
    que hablaban de dios
    y patria,
    y orden establecido.

  2. David, por favor, para mi conocimiento ¿cuándo y dónde tuvo Bolívar esos encuentros y poder real para disponer de tal cosa, y por qué? Gracias.

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