Los almendros del Campo de Calatrava siguen sin florecer este año. Normalmente lo hacen a finales de enero. Y es que, a pesar de que el otoño no se portó como mandan los cánones, el invierno ha ocupado su verdadero lugar y parece alargarse indefinidamente para que las estaciones vuelvan a ser lo que siempre fueron. A pesar del Cambio Climático, la naturaleza tiene capacidad de autorregulación todavía.
¿Qué les sucede a las sociedades, que mientras más cultas y urbanas menos capacidad tienen para adaptarse a los tiempos? La sociología nos enseñaban ya en los años sesenta que las sociedades se autorregulan por sí mismas. Sin embargo, la sociedad actual es mucho más manipulable que las sociedades rurales anteriores, cuyos miembros no sabían leer ni escribir porque no había universidades, escuelas ni maestros, y aunque los hubiera habido la inmensa mayoría tenía otras obligaciones que hacer a partir de los diez años: escardar, vendimiar, guardar rebaños, bajar a la mina, pescar, etc.
Que nuestros abuelos, a pesar de no haber ido a la escuela, eran menos manipulables que nosotros, es una realidad.
Los tiempos que vienen y la economía que viene, que es totalmente diferente de la anterior, nos pillará con el pie cambiado.