Sara Vilà espera ver aprobada la Ley de descendientes en la presente Legislatura

La Ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Dña. María Aránzazu González Laya se reunió ayer con los diferentes grupos parlamentarios del Senado de España miembros de la Comisión de Exteriores, con el objeto de informarlos sobre las líneas generales de la política de su Departamento.

De los numerosos temas tratados destacó la participación de la senadora Sara Vilá Galán. La misma aprovechó su intervención para pedir una vez más, la eliminación del voto rogado; también manifestó su preocupación por la situación de las españolas residentes en el extranjero que son víctimas de violencia intrafamiliar. Una parte importante de su intervención se concentró en su preocupación por la situación de los consulados españoles en Iberoamérica para hacer frente a las solicitudes que nacionalidad que se producirán cuando se apruebe la ley de descendientes que su grupo ha presentado varias veces en esa Cámara, y que la senadora impulsa desde hace años con otros jóvenes políticos españoles como Eduardo Velázquez.

Vilà recordó el tema de los cuatro supuestos “que no quedaban muy bien recogidos en la ley de memoria histórica” y preguntó a la ministra sobre “la disposición de los consulados y embajadas, para en el caso que se aprobara hacer frente a las demandas de los interesados”. Vilà da casi por segura la aprobación de la proposición de ley en cuanto se reanude el proceso parlamentario normal, pues según sus palabras, antes de que se acabara la anterior Legislatura “había un consenso mayoritario de todos los grupos”, aseguró.

González Laya tomó buena nota de su intervención y en su turno de respuestas aseguró que los consulados estaban perfectamente preparados para procesar todo ese trabajo. La ministra aseguró que desde el “momento en que el legislador decide ampliar o clarificar los supuestos para la obtención de la nacionalidad, los servicios consulares se ajustarán a ello y serán eficaces en el ejercicio de sus funciones”, zanjó.

La señora Vila que debió marcharse porque debía amamantar a su hijo recién nacido, no estuvo presente mientras la ministra la respondía faltando a la verdad. Pues recordemos que los servicios consulares, particularmente en La Habana, se han mostrado incapaces de hacer frente a ese sencillo trabajo, acumulando 14 años de retraso para solucionar las 190 mil solicitudes de nacionalidad por ley 52/7 que debieron atender. En los momentos en que la ministra se vanagloriaba de la eficacia de los servicios consulares bajo su mando, todavía quedan por resolver más de 30 mil expedientes en La Habana.

Portales especializados como los abogados de Doble R señalan, además, que una gran parte de los casos pendientes están siendo denegados utilizando falsos pretextos. Algo que la ministra debería saber.

Las asociaciones de descendientes de Argentina y Uruguay que siguen las redes sociales de la senadora saludaron una vez más su compromiso con la justicia.

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