Sánchez e Iglesias se reunieron en secreto hace dos días

Pacto en la sombra entre PSOE y Podemos. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se reunen en secreto en La Moncloa para montar un ‘Frente Popular’.
El presidente del Gobierno recibió con total disimulo al líder de Podemos el jueves 14 de junio para esbozar acuerdos en el Congreso
El Gobierno Sánchez prepara el acercamiento de terroristas etarras y de golpistas del ‘procés’ a cárceles del País Vasco y de Cataluña
Pedro Sánchez tiene muchas facturas que pagar y algunas, como las que contrajo con los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos en la moción de censura, que le permitió derribar a Mariano Rajoy y encumbrase a la presidencia del Gobierno, ya ha empezado a prepararlas (Asoma la patita y comienza a pagar las facturas secretas que firmó con proetarras y golpistas).
Otras, como la que tiene con Podemos, aparecieron sobre la mesa de La Moncloa este 14 de junio de 2018, cuando el presidente socialista se reunió en secreto conPablo Iglesias (El Gobierno Sánchez prepara el acercamiento de terroristas etarras y de golpistas del ‘procés’ a cárceles del País Vasco y de Cataluña).
Según revela Pedro Vallín en La Vanguardia, sobre el papel, el objetivo del encuentro era estudiar una agenda legislativa común para lo que resta de legislatura, cuyo primer reto es la aprobación de los presupuestos generales del Estado del 2019, cuentas que el Ejecutivo debe presentar en septiembre en el Congreso de los Diputados.
Pero también la inminente batería de leyes que llevan meses paralizadas o vetadas por PP y Ciudadanos en la mesa del Congreso.
Al margen del contenido, la celebración del encuentro revela la voluntad de acercamiento entre el PSOE y Podemos que Pedro Sánchez había proclamado como su orientación prioritaria durante las primarias socialistas.
El grupo Confederal de Unidos Podemos, tras el dictamen del Constitucional rechazando los vetos indiscriminados del anterior Gobierno, ya presentó de nuevo casi una veintena de proyectos de ley que habían sido aparcados, de modo que pudieran tramitarse de nuevo, y el grupo parlamentario socialista por su parte, anunció esta semana que desbloqueará hasta 40 proyectos de ley que estaban vetados. Todo este plan de choque legislativo es el que tienen que consensuar PSOE y Podemos para cambiar el signo de la legislatura.
Ambas partes evitaron comparecer tras el encuentro del jueves, o dar fe de lo hablado durante la reunión, y ni siquiera comunicaron que la reunión se había producido. No obstante, según fuentes consultadas por este diario, el objetivo de Sánchez era tomar la temperatura de una eventual colaboración que amplíe su actual exiguo apoyo parlamentario, de 84 diputados.

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