Ruinas de la Misión de San Lorenzo de Güere (Anzoátegui, Venezuela)

-Artículo de Emilio Acosta Ramos

El pueblo de San Lorenzo de Güere fue fundado hacia el año 1675 por el P. Fray. Matías Ruiz Blanco perteneciente a la orden Franciscana, continuando con la tarea evangelizadora y pobladora del actual Estado Anzoátegui cerca de Onoto, Durante los siglos XVII y XVIII según con los indios Topocuares y Cumanagoto, con la intención de convertir la población nativa al cristianismo y eran en larga medida auto-suficientes, disponían de una completa infraestructura administrativa, económica y cultural que funcionaba en un régimen comunitario. Se les daba a los indígenas de estas misiones un sueldo por su trabajo y parte de lo cosechado para que pudiera utilizarlo en su alimentación u comercialización. Los indígenas aprendieron a cultivar una gran panoplia de productos europeos como legumbres, hortalizas y frutas, además de productos locales como la yuca, onoto y el maíz, criar vacas, ovejas, cabras, cerdos, gallinas, de las que obtenían leche, huevos, lana, carne, manteca…; que confeccionaban vestidos, fabricaban objetos de carpintería o de metal, o hacían curtidos; pueblos que hablaban la lengua española, que tenían nociones de aritmética, de música, de teatro; que habían abandonado sus hechicerías, estaban bautizados y celebraban las fiestas del calendario religioso católico. Pueblos, en suma, civilizados, según lo que disponían las Ordenanzas de Poblaciones de Felipe II: «Porque el fin principal que nos mueve es la predicación y dilatación de la Fe Católica, y que los indios sean enseñados y vivan en paz y civilización». Que ese era el principal objeto de España lo prueba el hecho de que en el territorio de Anzoátegui no había oro ni plata, solo almas por convertir y cultivar.

 Con la unión que se hizo en 1676 del pueblo de Tucupido con San Lorenzo, la pequeña Ciudad resultó más populosa y allí convivieron entonces los indios Topocuares. Para la época de el visitador Caulín el pueblo tenía 700 habitantes se habían bautizado 4.000 almas y habían fallecido 3.430 personas. En 1731 tenía 385 almas; para 1736 había allí 131 familias con 490 habitantes, en 1771 tenía 186 familias, 880 almas, 130 casas y 34 haciendas. El visitador Iñigo de Abad da los resultados en las décadas siguientes de: 1396 almas, 3 esclavos, 7 haciendas y 749 cabezas de ganado mayor. Después de que Venezuela ganó su independencia de España en 1821, al igual que el resto de países americanos, las instituciones españolas ya no recibieron más apoyo. La iglesia y sus estructuras como las misiones tomaron de alguna manera una posición secundaria en el crecimiento de pueblos y comunidades y, en algunos casos, los edificios de las misiones se emplearon para otros fines como “Depósitos” o abandonados y destruidos, ocasionando así perder grandes haciendas y terrenos cultivados, dejando pasar a su suerte y en el hambre a los indígenas que vivían en estas, que se ganaban la vida armónicamente y pacíficamente junto a las órdenes religiosas.

Actualmente, San Lorenzo es un Terruño por desaparecer. La vivencia de los habitantes cada día se hace precaria y sin ningún futuro que dé lugar a lo dicho anteriormente. La ruina de su Templo es una reliquia muy importante dentro del ámbito histórico colonial de este Terruño. Las ruinas están emplazadas en una manzana aislada de toda otra edificación. Muestra muy pocos signos de intervención (una cerca y una caminería de cemento) y muy buen estado de preservación. El templo es de planta circular, atípico de las construcciones de la época en la zona.

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