Rebelión en la granja Francia

El colectivo ¡Dejad a los médicos hacer su trabajo! Reclama al gobierno de Emmanuel Macron que incluya en el plan de desconfinamiento el protocolo marsellés. Apoyados en los datos publicados por Farmacovigilancia francesa publicados a principios del mes de abril. El documento que no circuló en las redacciones encargadas de diseminar el miedo entre la población no deja lugar a dudas. En efecto entre 2017 y 2019 se vendieron en Francia casi 4 millones de cajas de hidroxicloroquina.

La Agencia Nacional de Seguridad Médica (ANSM) anunció que durante ese periodo 312 personas declararon sufrir alguno de los efectos «no deseados» que la molécula puede provocar. Entre ellos sólo 21 (6,7%) padecieron problemas de corazón. Si comparamos este dato con las 200 muertes que provoca cada año el paracetamol en Francia podemos hacernos una idea de la casi inocuidad de la hidroxicloroquina.

Los médicos que agrupa la asociación se asombran en el comunicado publicado ayer sobre el escándalo “alrededor de una molécula que circula hace más de 50 años y que podía comprarse libremente en la farmacia hasta principios de enero”, por supuesto antes de que el gobierno de Emmanuel Macron prohibiera la venta libre, exceptuando a los enfermos crónicos de poliartritis o lupus. Los galenos se interrogan sobre las razones que han provocado la prohibición “brutal” del mercado del Plaquenil, más aún cuando todos los médicos están familiarizados con ella. De hecho, muchos de entre ellos la prescribieron a sus familiares antes de que la misma fuese retirada de la circulación en Francia, reconoce el comunicado.

De cualquier manera, a pesar de la prohibición los médicos han seguido utilizándola; por eso hoy están en condiciones de publicar un estudio que incluye a 88 pacientes que tomaron tres moléculas distintas al principio de la enfermedad, tal y como lo preconiza el equipo de Didier Raoult en Marsella.

Los pacientes fueron divididos en tres grupos, uno de ellos tomó paracetamol, el otro, hidroxicloroquina sola y, en fin, el resto, la mezcla de hidroxicloroquina con azitromicina. Los resultados no dejan lugar a dudas, la curación de los enfermos pasó del grupo estándar que era de 26 días a sólo 9. Esta mañana los anunciaba muy feliz la epidemióloga Violaine Guérin en una conferencia de prensa que se acaba de terminar.

El colectivo llama al gobierno a “cambiar la estrategia terapéutica” y suministrar la mezcla medicamentosa en una etapa temprana de la enfermedad, ya que, de no hacerlo, los nuevos infectados podrían colapsar nuevamente los servicios de urgencia. Una diputada, Martine Wonner, del grupo parlamentario mayoritario del propio presidente (La República en Marcha) votó en contra el plan propuesto ayer por el ejecutivo considerando que el gobierno se equivoca de estrategia. Confundiendo lo que debe hacerse en tiempo de crisis que es curar y dejar la investigación para cuando no corra riesgo la salud de la población.

Fuente FR3 Provence Alpes Côte dAzur

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