-Por Andres Alburquerque
Esta vez es Mineápolis; no niego que carecemos de evidencia fílmica que recoja la totalidad del evento pero con lo que vimos basta:
1- Un policía con su rodilla sobre la cabeza de un ser humano inmovilizado que continúa luchando por respirar.
2- Otro policía; totalmente fuera de forma física, que permanece a unos siete pies evitando que alguien se acerque.
3- Un ciudadano que llama la atención sobre el hecho de que el ser humano en el piso no puede respirar.
4- El policía fuera de forma que avanza para evitar que el ciudadano que filma pueda intervenir de algún modo.
5- Personal médico que carga un cuerpo inerme sobre una camilla
No perdamos tiempo en el color de la piel del policía y el de la víctima; baste con decir:
1- Existen métodos para neutralizar a potenciales detenidos sin necesidad de asfixiarlos.
2- Los policías no tenían activadas sus cámaras que hubieran ayudado a dar un contexto más completo al hecho.
3- La expresión del rostro del policía aprendiz de sicario que asfixió al defendido no revela la menor preocupación sino una evidente fruición.
4- Luego del famoso episodio de Eric Gardner la única explicación ante tanta indolencia por parte de estos dos esbirros es que no les importa para nada la vida humana.
Despedirlos de la policía no es ni por asomo la médica correcta y hace bien la gente en manifestarse (siempre observando las medidas de protección sanitaria) y presionar hasta que los mediocres burócratas lleven a juicio a estos asesinos. Haberlos despedido en modo sumario da la impresión de que se trata de evitar un juicio que quizás pueda revelar otras muchas irregularidades. La seguridad de nuestro pueblo no puede estar en manos de tipejos como estos y ya es hora de que se obligue a TODOS los policías en TODOS los Estados Unidos a usar las cámaras durante la entera duración de su servicio.
Esto tiene todas las características de una ejecución en pleno día y por su propio bien las fuerzas del orden y los burócratas del territorio deben aplicar todo el peso de la ley y activar todos los mecanismos legales existentes. Esto me huele a complicidad y a temor de que salgan a la luz cosas peores. Mientras no nos demuestren otra cosa aquí se ha cometido un vulgar asesinato. Y los asesinatos se PAGAN.