Paradojas del lobo comunista

En principio fue la figura y presencia en todos los actos malignos del ser; figura que se denominó el anti-cristo, que se dedicaba a ponerle palos en las ruedas del progreso, en lo referente a la calidad de vida de los hombres, y sacarlos de la miseria.

Luego se llegó al acuerdo tácito de que el anti-cristo, no era muy creíble por mucha parte de la sociedad, porque se podía ver y señalar las levitas de los humanos que le ponían los palos a las ruedas para que no rodaran por fuera del carril que le interesaba a un grupo dominador, que no es que le hubiese ido mal con el anti-cristo, pero que necesitaban, para calmar un poco a sus egoísmos, un mayor control y dominio sobre los pueblos y las gentes con algo más palpable que el mítico citado anti-cristo.

Han pasado los años, y aquellos ejércitos que se despidieron (en referencia al llamado mundo occidental que es del que más noticias tengo) para irse a misiones, montando colegios y universidades, adoctrinando a cazurros en tierras paganas, ya han pasado tiempo más que suficiente para que estuvieran gobernando, y en muchos casos ya hasta jubilados, promociones de gentes salidas de aquellas formaciones y enseñanzas que fueron por el mundo entero para aniquilar el anti-cristo y sus letales consecuencias para la paz y el dulce proceso evolutivo del hombre.

Viendo a Trump y sus electores, viendo la sumisión y docilidad de la América Tostada y la Morena; viendo la “blandura soviética”; viendo que Europa es un espectáculo callejero de cabra, trompeta y escalera. Resulta que el anti-cristo, que se refugió en China, y allí se le llamó comunista: palabra que tanto miedo produce simplemente escuchar su nombre, va a ser el que si quiere, y parece ser que está queriendo, el que va a poner en su sitio en el basurero a los redentores que se lanzaron por todos los caminos de la tierra con su doctrina capitalista a redimir a todos. Y esos todos redimidos, caben y pueden ir todos montados en un taxi, mientras el resto del mundo va caminando sudando.

La China comunista, para la cual no tiene cojones el sistema capitalista cristiano de meterle un tradicional embargo económico al uso y cacareo, porque a toda acción en la costumbre del manual que llevan las tropas bajo la bandera de luchar contra el anti-cristo, se encuentran con una contra-reacción comunista, que por pertenecer al comunismo libre de toda espada neoliberal cristiana, le toca de lleno y le abre una profunda vía de agua a los que hasta ahora, no han tenido más credo y realidad que depredar y machacar a gentes indefensas a las que previa y ya actualmente las tienen infectadas.

La paradoja de la vida es que el comunismo boca de lobo, el comunismo libre que se ejercita en China, adaptado y maniobrando ante cualquier necesidad moderna, pero sin dejar de ser socialismo moderno comunista, está demostrando con su palpable realidad, la furufalla, la mentira, el abuso, la indignidad, y las milongas de un capitalismo neoliberal cristiano de embajadores y misioneros dispuesto a quemar en la hoguera al que tuviera la osadía  tan solo pronunciar la palabra comunista. Y si a lo de comunismo se le añadía lo de ateo, entonces en vez de quemarlo con las actuales técnicas modernas de hacerlo desaparecer, mientras ardes, ten lanzan alfileres en las partes blandas y te dan pellizcos de monja.

La Unión Europea no está sirviendo para nada, salvo para que vivan opíparamente un puñado de funcionarios que cuando cesan por razones de partido, todos necesitan posteriormente de tratamiento sicológico de añoranza. Rusia, parafraseando como se expresa la calle, está amariconada y como ha descubierto que la pantalla de los teléfonos móviles pueden hacer de espejo, se está mirando todo el día en ellos. Y claro, ante un situación tan blanda,  los EE.UU han hecho y deshecho como les ha dado la gana, exigiendo de paso que países peleles como España, estén todo el día aplaudiendo sus actos de exterminio, pero muy generosos.

¡Y qué paradojas que tiene la vida! Un poderoso comunismo libre, el Chino, con clara tendencia al hermoso politeísmo, pero sin grandes borracheras teocráticas, y con mucha fijeza en lo que hay delante para pasar el día, es el grano en el culo que le ha brotado al sistema capitalista cristiano, por donde menos lo esperaba y donde se frotaba las manos pensando en cuando llegaría el día para venderles bicicletas y edificar ermitas y catedrales.

Y por ellos, y menos por los negritos que ya estaban casi “redimidos” en medio de furibundas luchas tribales orquestadas, el Vaticano ideo el sacacuartos del Domund

Salud y Felicidad. Juan Eladio Palmis.

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