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Oriente medio, un filón

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Para las empresas que se dedican al piadoso y más que necesario, según los meapilas, negocio de fabricar armas para la paz, los territorios que llamamos Oriente Medio o Próximo es un filón; una ganga, mejor que la mejor veta de mina nunca encontrada.
Antes, cuando el franquismo era cosa de mortales, no de santos como son ahora en el recuerdo de algunos, nos decían a los pocos que tuvimos la suerte de poder estudiar que las gentes orientales, dejando de lado su puñetera manía de ser herejes hasta los que practicaban el cristianismo, no ya los seguidores del eslavo Bogomil, los bogomilos, que a esos ni nombrarlos, que por siglos predicaron un cristianismo vegetariano, y, lo que más le jodía a los dos papados, el de Roma y el de Constantinopla, su claro desprecio y postura ante toda riqueza, sino que también eran herejes a liquidar, todos los cristianos que no querían seguir a pie de seda y oro, las sencillas ceremonias religiosas del cristianismo llamado romano para los que, prácticamente, comían hoja de morera todos los gusanos de la seda del mundo.
Los comunistas chinos, jodieron la rueda marrana de la carreta con aquello de que se adelantaron, pese al tremendo bien que hacia el Domund, y, renunciando en claro perjuicio de los muchos chinos, a recibir las grandes obras de  calidad de vida del cristianismo, véase los resultados en otros muchos países del orbe, los dichos comunistas chinos se hicieron fuertes, increíblemente fuertes, fuera del capitalismo como dios manda. Y claro, no hubo manera, aunque sí claros intentos de hacerlo, de aniquilarlos con los mismos razonamientos con los cuales los armamentistas llevan años y años masacrando Oriente Próximo o el Medio, no ya de unos años para acá, que parece mentira que siga viviendo gente por allá, sino desde que tenemos conocimiento de la existencia de la vela, la nave, y lo fácil que es la gente de convencer cuando le hablas con las dos bocas; en alto con la voz de la dignidad y el efecto rebote del temor de que vienen, y en bajo y al oído la otra voz que habla de forrarte a dinero y abusar sexualmente con lo que quieras.
Nos decían, en aquellos años, que si no llega a ser por lo que desde aquí se adjetivó como cruzadas, ahora mismo no quedaba nadie virgo en el mundo civilizado y lleno de gente buena del llamado mundo occidental, porque los herejes, y los pueblos bárbaros orientales, no solo es que no practicaban con los vencidos el piadoso acto de cegarlos, como santamente hacía el piadoso cristianismo oriental, sino que sin más, tanto los Hunos, como los Ávaros, como los Cumanos, los esclavizaban y los que no podían vender, los utilizaban, y, en el último caso, fuera del fragor de la batalla, era muy difícil que mataran a los vencidos en lucha.
No encuentro diferencia alguna entre aquella tacañería informativa sobre la verdad de la Historia, a como nos informan, mejor, tratan de desinformarnos ahora una miríada de medios, que, como si fueran uno solo y un solo corresponsal, nos tratan de decir que en Siria, culpa de los sirios, porque según los fabricantes armas y sus financiadores y sus acólitos son mala gente, los nuevos cruzados, están matando para la paz, están masacrando para la democracia, mientras que a nuestras casas nos llegan unos resúmenes parecidos a aquellos libros de historia en los que durante el franquismo, querían anotar que la historia aconteció como allí estaba escrito, y todo lo demás eran cosa de gente subversiva.
Nadie se rasga los cabellos. Los bárbaros eran los otros. Es más, hay que tener mucha inteligencia para la paz, como la tuvieron aquellos cristianos de la idea de que de cada ciento un prisionero, dejar tuerto a uno y cegar a cien, para que se ocupe del cuidado de los cien compañeros ciegos, y los lleve por el buen camino que le interese al piadoso y cristiano patriarcado cristiano oriental, cuna de una civilización que a día de hoy estamos, todavía, recogiendo su hermosa cosecha.
Reconozco que no me veo capacitado para dilucidar en dónde está el beneficio que obtendrá el vencedor en lo de Siria por encima del beneficio de la venta de armas; y sí me veo perfectamente capacitado para dilucidar que se necesita tener mucha desfachatez, ser una poderosa manada de hijoseputa, cualquier país o gobierno que trate de decir, como dicen, que lo de Siria es porque existe un bando malo y otro muy bueno que no puede permitir que los malos contaminen el mundo de bondades que tenemos entre todos los buenos hecho.
Yo se que me relajo mucho más cuando intento encontrar el posible maridaje que existe entre la casualidad, o también puede ser la información tenida, de que las calzas de color púrpura, que eran en los tiempos de las cruzadas el signo más claro de poderío eclesial que era el máximo, y no se si por esa razón don Cristóbal Colón desde que realizó el viaje al poniente, no se las quitó nunca de encima cuando estaba vestido.
Salud y Felicidad. Juan Eladio Palmis.

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