Muere uno de esos españoles que ayudaron a mantener el castrismo en Cuba

El pasado 31 de marzo falleció en la capital cubana a la edad de 86 años, María A. Marcos Alonso, presidenta de la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba (FAAC).

  • María A. Marcos Alonso, presidenta había llegado a la Isla en 1935 con tan solo cinco años procedente de Cangas de Onís.

La noticia devino en una verdadera manifestación de duelo para la comunidad española, y en especial para la asturiana, que se puso de manifiesto por la nutrida presencia de directivos y asociados de las entidades en las honras fúnebres de la emigrante y destacada directiva ‘astur’.
Entre los participantes estaba el presidente del Consejo de Residentes Españoles en Cuba (CRE), Carmelo González Acosta; Julio Santamarina López, presidente de la Federación de Sociedades Españolas de Cuba (FSEC); Longinos Valdés Álvarez, vicepresidente de la FAAC y el pleno de su Junta Directiva; presidentes de federaciones; agrupaciones, entidades asturianas y españolas y representantes de las Comunidades Autónomas de España; del Ministerio de Justicia de Cuba (Minjus); trabajadores de la sede de la FAAC , así como otras personalidades, familiares y amigos de la fallecida. Entre los numerosos mensajes de condolencia recibidos estuvieron los de las autoridades diplomáticas, consulares y laborales de España en Cuba, encabezados por el enviado por el embajador de España en Cuba, Juan Francisco Montalbán Carrasco.
La inhumación se efectuó al día siguiente en el Panteón Social de ‘Unión Club de Allande’ del Cementerio ‘Cristóbal Colón’, donde reposan los restos de su esposo, José J. García Peral. Jóvenes gaiteros de la FAAC interpretaron el himno asturiano y la directiva, Ana Ma Suárez Ferrería, pronunció las palabras a nombre de la Federación Asturiana.
María Antonia Amelia Marcos Alonso nació en la pequeña aldea de Beceña, en el Concejo asturiano de Cangas de Onís, el día 8 de mayo de 1930. Fue la menor de 4 hermanos, quedando huérfana a los 7 meses de nacida. A los 5 años, y ante la difícil situación económica que afrontaba su familia, es autorizada por su madre a trasladarse a Cuba, donde vivía un tío paterno. En la Isla completó su educación primaria y secundaria, comenzando su vida laboral como secretaria en 1957, trabajó siempre en el sector del comercio hasta su jubilación en 1990.
Aunque desde su llegada a la Isla se asoció al Centro Asturiano de La Habana y a la Quinta Covadonga, no fue hasta después de su jubilación que comenzó a destacarse en el trabajo social, ocupando cargos de dirección en varias sociedades asturianas y de otras regiones, entre ellas: Unión Club de Allande; Cangas de Onís, Parres y Amieva; Círculo Avilesino de La Habana; Unión Club Piloñés; Sociedad Asturiana de Beneficencia; Asociación Vasco-Navarra de Beneficencia y en la Federación de Sociedades Españolas de Cuba (FSEC).
En la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba (FAAC) fue directiva, vicepresidenta y presidenta a partir el año 2010, siendo la segunda mujer en ocupar dicho cargo, motivo por el cual recibió numerosos estímulos, condecoraciones y distinciones, entre ellos el Reconocimiento ‘Miguel de Cervantes y Saavedra’ de la FSEC, el Reconocimiento ‘Gaspar Melchor de Jovellanos’ de la FAAC y el Diploma de Honor al Emigrante Distinguido otorgado por el CRE.

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