Mis alumnas me ofrecieron un emocionante homenaje por mi jubilación

Foto: Con cinco estudiantes que asistieron al homenaje. De izquierda a derecha: Faustine, Alix, Audrey, Charlotte y Julie.

París, 2 de agosto de 2020.

Querida Ofelia:

Fue  el jueves 5 de junio de 2014 en el teatro de nuestro Lycée  Sainte Marie de Neuilly, en donde trabajé los últimos 17 años de mi carrera que acaba de terminar. Comenzó a las 8 p.m. y terminó a las 10 y 30 p.m.

Yo no debía saber nada, simplemente mi colega profesora de español Georgia Fribourg, me había invitado a cenar esa noche con mi esposa en su hogar. Me había dicho que esperáramos en el Instituto, pues su esposo pasaría a recogernos. Pero yo sentía que había algo que se estaba preparando y, en efecto, superó todo lo que hubiera podido esperar.

El teatro estaba repleto, con alumnas de pie que llenaban los pasillos laterales y sentadas en el pasillo central. También asistieron muchos padres. En total actuaron más de 150 alumnas.

Todo el espectáculo fue en español, mientras en la pantalla del fondo del escenario aparecía la traducción y fotos con relación al espectáculo mezcladas con algunas mías.

Comenzó con una alumna que imitaba a Dalí – hubo una canción y danza sobre el amor de Dalí y Gala-. Se pasó a García Lorca con sus poemas y fragmentos interpretados por un grupo de adolescentes de “La Casa de Bernarda Alba”. Hubo una manifestación contra la corrida de toros y posteriormente, un grupo de chicas que representaron a los más célebres toreros explicaron los distintos pases, al mismo tiempo que toreaban a un toro (una alumna vestida de negro que montaba sobre una carriola).

Cayó un torero muerto y una muchachita interpretó con su violín el Concierto de Aranjuez (Adagio Segundo Movimiento), de Joaquín Rodrigo.

Hubo una bella coreografía con la canción “Torero”, con una decena de alumnas que bailaron vestidas de toreros y otra muy romántica de otras vestidas de blanco con ramos de flores atados a las manos derechas.

Después de una hora dedicada a España, apareció un hombre exigiendo que había que dedicar también una parte del espectáculo a la América Latina. La adolescente que me imitó lo hizo magistralmente. Hubo entonces una mini lección de lo que significa la América Latina desde el punto de vista económico, étnico, social y cultural. A partir de ese momento hubo varias coreografías de ritmos latinos, comenzando por el tango.

Después de Pablo Neruda y sus poemas, llegó Nicolás Guillén recitando “Sóngoro Cosongo”. Y de pronto apareció en la pantalla del fondo la famosa foto de Korda del Che Guevara. Una alumna salió dando gritos a favor del Che, mientras que otras veinte invadían el escenario en el cual había acabado de entrar una disfrazada del Che. Ellas cantaban “Vamos a decir que no” (tema de la película “NO” sobre la campaña del plebiscito en Chile en el 1988). Las muchachas empujaron al Che y lo sacaron del escenario mientras cantaban y pedían democracia, Libertad y no más represión en Cuba, al mismo tiempo alzaban carteles con NO. Si deseas ver la escena de la película original donde se interpreta, vete al enlace:

El escenario se llenó de jóvenes cantando y bailando con “NO” mientras en la pantalla del fondo aparecían las fotos de dictadores, demagogos y populistas latinoamericanos: Fidel Castro, Raúl Castro, Che Guevara, Pinochet, Videla, Evo Morales, Hugo Chávez, etc.

A coro nos pidieron a mi esposa y a mí que subiéramos al escenario. Le entregaron un bello ramo de flores a ella. Micrófono en mano y muy emocionado les di las gracias a todas las alumnas, a Mlle. Sabine Laplane por haberme contratado como profesor en Sainte Marie de Neuilly (la mejor escuela femenina de Francia) en 1997. Invité a mi colega Georgia Fribourg- la cual fue la directora del espectáculo-, a subir al escenario. Ella pronunció unas palabras muy hermosas sobre nuestro trabajo y amistad.

Gracias a mis colegas y amigos Nicole Boukari y  David Perono, tengo la película de todo el espectáculo, así como  del homenaje que me hicieron mis colegas el 24 de junio y el que se me hizo en la Alcaldía el 1° de julio por mi contribución a la cultura y la educación de los jóvenes franceses durante más de 30 años, pero no puedo ponerlo en youtube, pues en ella aparecen más de 150 menores de 18 años, lo cual está prohibido en Francia. Tendría que obtener la autorización escrita de los padres de cada una de ellas para poder hacer pública la película.

Como sabes mi carrera de profesor comenzó en 1968 en Los Camilitos de Cubanacán en Santa Clara, continuó en Los Camilitos de Baracoa, al oeste de La Habana, siguió en las E.S.B. William Soler, Ignacio Agramonte y Mártires de Humboldt 7. Recuerdo con tristeza como fui humillado e insultado en 1980, cuando los “compañeros” se enteraron de que mi suegro había ido por el Mariel a buscarme junto a mi esposa y a nuestro hijo de 4 años. A veces siento lástima por mis colegas Mildred Miró, Berta Espinoza y Orquídea Campos y su intolerancia comunista. Me dio una gran satisfacción el que no hubo ni un solo alumno que me humillara. Recuerdo el mitin de repudio organizado por mi “glorioso” C.D.R. por los “compañeros” Fina y Miguel Ángel Down, la familia Arranz y sobre todo el histérico Ramón Vázquez, el cual amenazaba al que nos dirigiera la palabra en aquella cuadra de Soledad entre Zanja y San José de Centro Habana, con la intransigencia revolucionaria.

Sin embargo tuve numerosas muestras de solidaridad y de simpatía por parte de mis alumnos y colegas, que se las arreglaban para verme en la calle o introducir papelitos por debajo de la puerta de mi hogar durante las noches.

Así terminó mi carrera en Cuba después de once años de enseñanza. Hubo el paréntesis del año que tuvimos que esperar «apestados» para poder irnos hacia Francia el 21 de mayo de 1981 y ya aquí, trabajando en una fábrica al inicio, después en un supermercado y al final en un hotel, pude volver a estudiar, obtener la Licenciatura en Lengua y Civilización Hispánicas, ganar las oposiciones y convertirme en profesor universitario. En Francia fui también profesor en : L’Institut de l’Alma, L’Institut Sainte-Geneviève, Collège Cours Désir, Collège Fidélis y L’Université  Marne-la-Vallée.

En total he enseñado durante más de 41 años.

Ahora cuando paso una página importante de mi vida, recuerdo como fue mi querida madre la que me enseñó a leer y escribir.

Te quiere eternamente,

Félix José Hernández.

Nota bene: Esta crónica aparece en mi libro «Memorias de Exilio». 370 páginas. Les Éditions du Net, 2019.  ISBN: 978-2-312-06902-9

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