Mima y Pipo

Date:

Del autor

La Hispanidad empieza en Cuba

entre otros valores, Cuba encabeza el sentimiento de Hispanidad, porque se lo ha ganado

IV – Trasfondo histórico de la cuestión puertorriqueña

En 1897 el movimiento autonomista en Puerto Rico pudo lograr que España finalmente le concediera a la isla una Constitución propia, la Carta Autonómica

Descolonizar Cuba

los pueblos como el cubano son en esencia sociedades europeas trasplantadas a otro clima, otra latitud y longitud

El Museo Nacional del Prado celebra su 203 aniversario

Foto: Trampantojo creado por el grafitero DiegoAS. Foto ©...

Fernando Zóbel y su mirada sobre el arte de los grandes maestros en el Museo del Prado

Ilustración: Alegoría de la Castidad, 1505 Lorenzo Lotto Óleo...

Mima y Pipo era el nombre de un destacado dúo de punto cubano

  • Fue muy popular en las décadas de 1940 y 1950. Y lo integraban Minerva Herrera y Ángel Martín Rodríguez (†), padres de Albita Rodriguez por más señas.

El dúo triunfó en el mundo sumamente competitivo de la música campesina de la época, en el que descollaban figuras de la talla de Nena Cruz, la Calandria; Chanito Isidrón, el Príncipe del Punto Cubano; Miguel Alfonso Pozo, conocido como Clavelito; Joseíto Fernández, el Rey de la Melodía; Celina y Reutilio, así como otros afamados cultores del género.
Para brillar entre tantas estrellas se requería no solo ser un buen intérprete sino también un artista estelar. Había que saber improvisar, cultivar una tonada propia, cantar bien y hacerlo además con gracia escénica. Mima y Pipo cumplían con creces esos requisitos. Su estilo era inconfundible. El dúo, conocido como “el matrimonio feliz que pelea cantando”, cifraba su marketing en ese largo pero acertado sobrenombre artístico.
Mima y Pipo se pintaban solos en la décima guajira. Sabían interpretarla lo mismo con la dulzura de un cumplido que con el enfado de un regaño, según viniera al caso, remedando las discusiones y los intercambios de reproches típicos de la pareja, pero sin escatimar buenas dosis de humor y doble sentido. Su actuación transcurría primero con el rifirrafe normal de una controversia, mas a medida que subía de tono se volvía una acalorada discusión en clave de punto espirituano. Más que un dueto, era un duelo a cuchilladas. Todo un espectáculo. Al punto que una vez se saltaron las alarmas durante una memorable presentación del dúo.
Pipo había llegado con una mancha de lápiz labial en la guayabera (un ardid, desde luego, preparado de antemano como parte del show). Y cuando Mima vio la mancha de carmín, o hizo como que la acababa de ver, se armó la bronca. Allí mismo, en el escenario, le ripió la guayabera al esposo (según ha contado ella misma, había escogido una prenda vieja y gastada que fuera fácil de rasgar). Mas fue tal el verismo de la actuación que parecía una pelea de verdad, tanto así que el director del programa y el maestro de ceremonias corrieron a escena para poner fin a la encendida disputa matrimonial.
Entre sonrisas triunfales, Pipo y Mima terminaron su actuación cantando al unísono la última décima, la de la reconciliación feliz, llevándose la palma y el aplauso de un público más que sorprendido, atónito. Nada, que entre marido y mujer nadie se debe interponer. Ni siquiera en una controversia guajira.

Subscribe

- Never miss a story with notifications

- Gain full access to our premium content

- Browse free from up to 5 devices at once

Firmas

Deja un comentario