Foto: Fidel Castro & Silvio Rodríguez, La Habana.
París, 10 de mayo de 2020.
Querida Ofelia,
Hoy se celebra el Día de las Madres. Recuerdo que mi madre ponía sobre el pecho de mi hermano y el mío un botón de rosa roja ese día. También como un señor que vivía al doblar de la esquina de mi casa en el terruño caribeño de Camajuaní, salía ese día vestido con guayabera blanca de lino, lazo, sombrero de Panamá y una gran rosa roja en la solapa. Aquello desataba las críticas de los que lo conocían ya que nunca se había ocupado de su madre.
Un viejo amigo me envió el enlace para que pudiera escuchar la canción en la que el «compañero» cantautor oficial del régimen cubano Silvio Rodríguez, le pide a su Madre: «que su nostalgia se vuelva el odio más feroz».
Para él su Madre es la Patria (Castro) y la Revolución. Me pregunto cuántas decenas de miles de madres cubanas siguen sufriendo a causa de La Madre de Silvio. Sus hijos fueron a parar a los campos de las U.M.A.P y a las cárceles. ¿Cuántos de sus hijos han perdido la vida por tratar de dar la Libertad a nuestra sufrida Patria? ¿Cuántos habrán muerto torturados y asesinados por los que consideran a tu Madre como la de ellos Silvio? ¿Cuántos han sido fusilados o han muerto en el Estrecho de la Florida tratando de llegar a Tierras de Libertad? ¿Cuántos murieron cuando fueron enviados como “carne de cañón” a las guerras africanas en Angola y Eritrea, a las guerrillas de la América Latina e Indochina?
Silvio, mi madre fue símbolo de Amor, su gran nostalgia nunca se convirtió en el odio más feroz como tú le pides a la tuya. No hay calificativo en la lengua de Cervantes que pueda designar a alguien que quiera sembrar el odio en el corazón de las madres.
Un gran abrazo desde París con gran cariño,
Félix José Hernández.