Mariela Castro arremete contra Reinaldo Arenas: 'era un pedófilo'

La catadura moral de Arenas no era de las mejores, ya que no sólo dejaba a las mujeres embarazadas, sino que lo expulsaron de la universidad por cometer fraude en los exámenes.

En una entrevista para Gorka Castillo, que versaba sobre su tema favorito, -la lucha por la igualdad y contra la homofobia-, publicada por la revista Contextos, la hijísima de Raúl Castro y Vilma Espín se lanzó en una inusual diatriba que puede dejar perplejo a más de uno a estas alturas de la película.
En la opinión de la niña bonita del castrismo, (que como se sabe es un puro producto de la dictadura y que debe su fama a sus orígenes, y en ningún caso, a sus competencias profesionales ni a su amor por el trabajo), Arenas no pasaba de ser un ‘buen’ escritor; pues según esta señora, (que no dudó la semana pasada de tratar de ‘moco pegado’ a un periodista que se atrevió a interrogarla sin permiso en el aeropuerto de Madrid), su fama no se debe a la calidad de su literatura, sino al cine que lo ha ‘sobredimensionado’.
Ni una palabra sobre la persecución política sufrida por al autor a causa de sus ideas. Las mismas que lo obligaron a abandonar su patria, ni mucho menos de la homofobia cotidiana que sufrió en carne propia en las mazmorras de su padre. Mariela, que junto a su hermano tuerto, Alejandro, está llamada a jugar un papel importante en la transición orquestada por el régimen, con el contubernio de la administración norteamericana y de los comerciantes españoles y franceses; deja caer como quien no quiere la cosa, que conoció a una mujer con la que Arenas tuvo un hijo, (o sea que no sólo era homosexual, sino también un mal padre), y a otras personas cercanas al autor, que por supuesto condenaron su actitud contrarrevolucionaria.
No contenta aún, la directora del CENESEX continuó echando lodo sobre la figura de una de las víctimas cimeras de la dictadura de su padre y tío; Arenas ‘comercializó su literatura’, criticó la señora Castro, (como si los escritores vivieran del aire); pero lo que no puede perdonarle es que mintiera en su obra ‘para engrandecer al personaje que creó’.
Como puede deducirse por sus palabras, la catadura moral de Arenas no era de las mejores, ya que no sólo dejaba a las mujeres embarazadas, sino que lo expulsaron de la universidad por cometer fraude en los exámenes, y para ponerle la tapa al pomo del descaro, según la dictatorzuela en ciernes, que fuera homosexual no fue la causa de los desencuentros de Arenas con la dictadura, como pretenden hacernos creer a las almas cándidas. En realidad, este sobrevalorado personaje fue condenado por pedofilia en Cuba, razón por la cual fue encarcelado por la justa e imparcial justicia revolucionaria.
En resumen, todo lo que se cuenta de Arenas en el extranjero es mentira y ha sido deformado para dañar a la ‘Revolución’, gracias a la cual, ella y su familia viven a cuerpo de rey hace casi sesenta años.
Tampoco es cierto que Arenas esté prohibido en Cuba, para nada, acota Mariela Castro en uno de los ejercicios de hipocresía y malabarismos dialécticos más asqueroso que he leído en los últimos tiempos: “Es cierto que sus obras no se publican en Cuba pero no porque estén prohibidas, sino porque el propio Reinaldo Arenas dejó un testamento en el que expresaba su voluntad de que no pudieran publicarse”.

Respuesta de Mariela Castro.

G.C Es inevitable preguntarle por Reinaldo Arenas.
Reinaldo Arenas fue un buen escritor cubano pero el cine sobredimensionó su figura. He podido conversar con una mujer con la que tuvo un hijo y con personas muy cercanas a él y todos coinciden en que fue una pena lo que hizo. Comercializó con su libro al salir de Cuba, metiendo alguna mentira para engrandecer al personaje que creó. Fue expulsado de la universidad por una situación de “fraude escolar” y estuvo en la cárcel por un oscuro asunto de abuso sexual infantil. Eso no lo cuenta en su libro. Es cierto que sus obras no se publican en Cuba pero no porque estén prohibidas sino porque el propio Reinaldo Arenas dejó un testamento en el que expresaba su voluntad de que no pudieran publicarse.

Salir de la versión móvil