Madre patria romana

Es increíble cómo hay detalles que pueden estar delante de tus ojos durante mucho tiempo y sin embargo, pasan desapercibidos hasta que un buen día, la sensibilidad y la evidencia te tienen que dar un toque de atención: He visto las películas de «El padrino» unas cuantas veces. La tercera para mí es la peor; pero no sé cuál es la mejor, si la primera o la segunda. Nunca consigo dilucidar esa duda. Y nunca me canso de ver estos peliculones. 

Con todo, siendo que desde hace tiempo vengo escuchando música profunda de Roma para abajo, siempre evoco las escenas de Al Pacino rodadas en Sicilia, y en especial, cuando llegan al bar Vitelli, con esas cortinas de tirillas, ese aceite libado en el pan, y esas sillas en la sombra… Y me pregunto si eso es Sicilia o es mi tierra… O quizá por Málaga o por las Alpujarras… Igual que cuando veo alguna imagen de los pueblos de las islas griegas, que no sé yo si está uno en Málaga o en Alicante… Y como dijo una vez Curro Romero refiriéndose a la tauromaquia, parece que se para el tiempo… 

¡Ay, si no nos hubiéramos dejado tanto mentir sobre nuestra identidad y tuviéramos mayor y mejor conciencia sobre lo que nos une y sobre quiénes son nuestros auténticos hermanos, tal vez otro gallo cantaría! 

Madre patria romana: Hay que ver cómo está el patio…

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