La Luisiana histórica fue el camino que los franceses trazaron hacia el Canadá, albergando abundante población criolla, así como colonos alemanes y esclavos africanos; y por supuesto, con varias «naciones» amerindias de por medio. A todo ese calderón de población, hay que añadir la venida de españoles europeos e isleños, así como de criollos; cuyos descendientes directos reclaman su herencia cultural a través del idioma que, por desgracia, cual lengua nativa ya se está extinguiendo.
En la actualidad, Luisiana es «apenas» un estado del sureste de los Estados Unidos. Sin embargo, tanto en la Luisiana actual como en la «Luisiana histórica» parecen acordarse más y mejor de su pasado español que en la propia España o en Hispanoamérica.
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